Recientemente el Ministerio de Salud emitió la reglamentación que estipula los protocolos para la eutanasia en Colombia, después de un fallo proferido por la Corte Constitucional. A pesar de la regulación, el debate sigue y además abre un interrogante, ¿está listo el sistema de salud para afrontar este fallo?
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La polémica por permitir la muerte digna en el país sigue, aún después de que el Ministerio de Salud, en cabeza del ministro Alejandro Gaviria, publicara la documentación que la regula. Aunque por varios años se había intentado reglamentar esta práctica a través del Congreso, sólo un fallo de la Corte Constitucional ordenó su aval.
Desde 1997 la Corte Constitucional había autorizado practicar la eutanasia en pacientes desahuciados, pero no había una ley que fijara los parámetros para adelantar este procedimiento en el país. Cuatro proyectos de ley en este sentido habían sido radicados pero terminaron siendo hundidos por congresistas, en su mayoría conservadores, obedeciendo a causas religiosas.
Un quinto debate se abrió en el Congreso, a través del senador del partido de la U, Armando Benedetti, quien retomó textos y modificaciones que habían sido aprobadas en 2012, cuando la iniciativa había pasado a segundo debate. Sin embargo, fue sólo con la intervención de la Corte Constitucional, teniendo como ponente al magistrado Luis Ernesto Vargas, quien le dio un ultimátum de 30 días hábiles al Ministerio de Salud para elaborar un protocolo que guíe “a hospitales, clínicas, IPS y EPS, y en general todos los prestadores del servicio de salud” en la aplicación del derecho a morir dignamente.
El protocolo ya fue entregado por el ministro Gaviria y contiene seis principios fundamentales: Pedirle al médico un concepto sobre si la enfermedad es terminal; contar con un consentimiento libre, informado e inequívoco del paciente; crear un comité científico; definir el protocolo médico; un plazo de 15 días para que se realice la eutanasia; los médicos pueden negarse, pero el derecho debe garantizarse.
Después de publicada la reglamentación, las críticas llovieron desde diferentes sectores del país, más fuertemente desde la iglesia católica, quien incluso manifestó que está dispuesta a cerrar los hospitales que administra si se cumple esta regulación.
De ser así, estaría en jaque el sistema de salud, pues aún con la reglamentación, parecer ser muy difícil poner de acuerdo al sector. ¿Se cumplirá el fallo a cabalidad?
En otros países del mundo, la eutanasia también ha sido un tema que abre debates. Holanda fue la primer nación en legalizar la práctica en 2001. Bélgica, Luxemburgo, Suiza y algunos estados de Estados Unidos también permiten la práctica del suicidio asistido.
Mientras tanto en Colombia, el ministro de salud fue citado al Congreso por el representante Rodrigo Lara para que explique la reglamentación. “Es muy preocupante que temas tan sensibles como la eutanasia sean redactados por un funcionario que nadie sabe quién es en los despachos del Ministerio de Salud y que no asume responsabilidad política porque a él no lo elige nadie y a él no le refrenda su elección nadie”, indicó Lara.
La Fundación Pro Derecho a Morir Dignamente se manifestó e indicó que esta medida es apenas un paso para garantizar el derecho a la eutanasia, y cree que falta una regulación que el Congreso ha eludido durante 18 años por presiones religiosas y que ahora debe asumir de manera más incluyente.
Sin embargo, aunque es un paso muy grande ante el tema, distintos gremios siguen manifestándose y no parece haber un punto de concertación. El capítulo sobre la eutanasia en Colombia sigue y se espera un regulación certera lejos de credos y garantizando en primer lugar el bienestar del paciente y su familia.