Recientemente las empresas tuvieron que llevar a cabo una obligación de carácter laboral que tenía que cumplirse antes del 31 de enero. Los empleadores debían pagar los intereses sobre las cesantías que los empleados tuvieran acumulados a 31 de diciembre.
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Las cesantías hacen parte de las prestaciones sociales a las que tiene derecho una persona cuando ha sido vinculada a una empresa, como también un trabajador independiente que voluntariamente quiere afiliarse a un fondo de cesantías. Se crearon con el objetivo de proteger económicamente al trabajador en el evento de quedar desempleado, de ahí la palabra cesantías, que se deriva del término de cesación que significa acabar, concluir o dar por terminado.
En la tercera semana de febrero los empleadores deben consignar las cesantías al fondo de pensiones, pero los empleados sólo las pueden retirar en caso de quedar desempleados o para invertir en educación o vivienda. Por otro lado, los intereses a las cesantías son consignadas directamente al empleado una vez al año, de no ser consignados oportunamente, la empresa estará incurriendo en una falta, por lo que la sanción establecida corresponde a un día de salario del cargo que ocupe el empleado por cada día de retraso en el pago de las cesantías.
Estas son claves que hay que entender entre las cesantías y los intereses a las cesantías, pues a veces suelen confundirse cuál debe ser consignada a la cuenta del empleado y cuál al fondo, y es importante diferenciarlos para saber cómo usarlas.
Las cesantías representan un ahorro significativo durante la época laboral porque sirven como un seguro de desempleo con el que se puede contar hasta encontrar un nuevo lugar de trabajo.
Para los cerca de 7 millones de trabajadores en el país que acceden a este beneficio (aproximadamente, 6 millones de afiliados a fondos privados de pensiones y un millón al Fondo Nacional del Ahorro) las alternativas de uso a las que tienen derecho con dicho ahorro,se enfocan en tres necesidades básicas amparadas por la ley: vivienda, desempleo y educación.
La Asociación Colombiana de Administradoras de Fondos de Pensiones y Cesantías, Asofondos, reveló nuevas cifras sobre el uso que cerca de 6 millones de afiliados le han dado a este instrumento de ahorro. Se destaca la compra de bienes inmuebles para lo cual los trabajadores destinaron $746.759 millones; en relación con los gastos asociados a construcción y mejoramiento de vivienda el monto correspondió a $898.425 millones. Del porcentaje total de retiros, estos conceptos representaron en 2014 un 21,6%, y 25,9%, respectivamente, y sumaron $1.6 billones.
El uso más frecuente en educación tiene que ver con los pagos de matrículas a establecimientos universitarios, técnicos y tecnológicos, aunque existen otros que imparten educación y capacitación para el trabajo y cuyas matrículas también pueden financiarse con las cesantías.
Entre las buenas prácticas para hacer uso de las cesantías está destinarlo exclusivamente para lo que fueron creadas, evitando caer en tentación de gastarlo para usos recreativos. Es importante destacar también que entre más tiempo se mantenga las cesantías en la cuenta individual, mayor será la rentabilidad que se obtiene.
Siempre tenga en cuenta que este dinero extra es un salvavidas a la hora de quedar desempleado o al momento de querer realizar una inversión en vivienda o educación.