La demanda de cerveza para cubrir las necesidades del comercio, el turismo, la gastronomía y la población supera la capacidad de las plantas productoras existentes en Cuba.
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Autor: biborné veres dorottya
Después de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, alivió restricciones de viajes a Cuba, en su intento por poner fin a una enemistad de más de 50 años con la nación caribeña, los turistas estadounidenses están llegando en gran cantidad a las calles de La Habana.
Cuba recibió una cifra récord de 3,5 millones de turistas el año pasado, 17% más que en 2014. Los viajeros estadounidenses aumentaron un 77%, a 161.000. Este año se espera que el aumento sea incluso mayor, poniendo a prueba las capacidades hoteleras, los suministros y hasta la cerveza.
El mercado cervecero cubano atraviesa lo que puede calificarse como un “dulce problema”, pues la producción de cerveza nacional anda en el tope, a tal punto que las fábricas productoras no dan abasto para satisfacer la demanda, lo que ha generado que se incremente la entrada de marcas importadas como la holandesa Heineken, la dominicana Presidente y la mexicana Sol, entre otras.
Este año, el plan de producción de la empresa mixta Bucanero, que elabora cuatro marcas de cerveza locales, es de 19 millones de cajas. Además, tiene previsto importar 3 millones de cajas de la cerveza dominicana Presidente, según explicó la especialista de ventas de la firma cubana, Mayle González, a la Agencia Cubana de Noticias (ACN).
La empresa mixta Bucanero S.A, dependiente del Ministerio de la Industria Alimentaria, ha arrastrado problemas en la producción por el retraso de la llegada al país de la principal materia prima, la malta cervecera de origen checo, factor, junto al aumento de la demanda, que también ha contribuido al desabastecimiento del mercado.
Bucanero produce cuatro marcas de cervezas cubanas: la que lleva su nombre, “Cacique”, “Mayabe” y “Cristal”, esta última la más consumida en la isla, ya que representa el 47 % de su producción total y, de acuerdo con sondeos de mercado, es la preferida por los cubanos.
El principal problema en el mercado cervecero radica en que han aumentado la autorización para los restaurantes y bares privados, llamados “Paladar”, lo cual ha generado un serio problema de acaparamiento, pues dado que no existe un mercado mayorista en el cual comprar, los dueños de los negocios adquieren su cerveza en las mismas tiendas que la población. Adicional a esto, el creciente arribo de turistas ha disparado las solicitudes de este producto, por lo que “se hace necesario construir una nueva planta para cubrir estas demandas de la economía”, señaló González.
El problema de abastecimiento golpea directamente a la población, pues es un tema esencialmente de precio. La cerveza nacional de 12 onzas, sea de lata o botella, se vende a 1 peso cubano en los mercados, o lo que equivale a $1.13. Mientras que la importada suele venderse a 1.25 pesos cubano o hasta los 1.80 pesos cubano por unidad, lo que multiplica su precio y hace muy complejo para la población su adquisición.
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