Se estima que hay más de mil millones de fumadores activos alrededor del mundo, cifra alarmante teniendo en cuenta que todos los productos de tabaco existentes exponen a los consumidores a sustancias carcinógenas. Si bien la cantidad de fumadores ha disminuido considerablemente en los países desarrollados, también va en aumento en las naciones en vía de desarrollo debido al crecimiento poblacional. Las formas más conocidas del consumo de tabaco están relacionadas a los cigarrillos manufacturados, los llamados tradicionales, y otros productos como las pipas, puros y bidis, que son utilizados en menor medida.
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Ante este panorama han surgido en el mercado alternativas consideradas menos perjudiciales, como los cigarrillos electrónicos o vaporizadores. No obstante, según un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, en el que se realizaron pruebas en ratones y células humanas, el vapor producido por estos artefactos también podría aumentar el riesgo de sufrir cáncer.
Además, el estudio muestra que la nicotina inhalada en esta modalidad puede convertirse en sustancias químicas con potencial para afectar el ADN en diferentes órganos del cuerpo, y podría disminuir los mecanismos de reparación genética del organismo.
Por su parte, dentro de los planes a largo plazo de la Philip Morris se encuentra dejar de producir cigarrillos convencionales para dedicarse a los cigarrillos electrónicos. Esta decisión, sin embargo, abre el debate sobre el verdadero beneficio de esta modalidad en la salud de las personas. Las declaraciones del CEO de Philip Morris, Andre Calantzopoulos, causaron revuelo en su momento por no ser precisas sobre el tiempo que tardará en eliminarse el cigarrillo tradicional.
Recientemente, esta compañía introdujo a nivel mundial una nueva plataforma denominada iQOS, un producto de tabaco con calor y sin combustión que ya se comercializa en Colombia y ha tenido gran aceptación entre la población activa. La compañía ha invertido 2.980 millones de dólares en su desarrollo, y según expresa emite la misma cantidad de nicotina, pero con elemento diferenciador que erradica en un 90 por ciento las toxinas nocivas para la salud provenientes del tabaco tradicional. Philip Morris argumenta que este es el futuro del tabaquismo, por lo que actualmente más de 350 científicos trabajan en su desarrollo en Suiza.
Un estudio realizado por la compañía sobre el iQOS arrojó resultados positivos en los indicadores de respuesta biológica, que son criterios de riesgo clínico, razón por la cual la gigante tabacalera insiste ante la Agencia Norteamericana de Medicamentos (FDA) para que se apruebe como un “producto de tabaco de riesgo modificado” y así ampliar su comercialización.
En este sentido, se destaca la intención del mercado y de las empresas productoras de cigarrillos de proponerle soluciones a un consumidor que dia tras días es mas exigente en cuanto al cuidado personal y se hace consciente de las implicaciones que conlleva su consumo.