Eike Batista, quien hace un poco más de un año la revista Forbes lo calificaba entre las 10 personas más adineradas del planeta, hoy observa con gran desazón como su fortuna se derrumba. En el año 2012 su imperio financiero rondaba alrededor de los 34.000 millones de dólares y actualmente se calcula que está cerca de los 6.000 millones.
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Eike Batista es un empresario e inversionista brasilero, fundador y presidente de la holding EBX Group, conformada por seis compañías: OGX (petrolera), MPX (petrolera), MMX(minera), LLX(logística), OSX (industria naval) y CCX (carbonífera), todas relacionadas entre sí y con un factor común, la letra “X” como símbolo de la multiplicación de la riqueza.
Además de las áreas de infraestructura y recursos naturales, el grupo del empresario latinoamericano invierte también en sectores como el inmobiliario, entretenimiento, tecnología, gastronomía, salud y belleza. EBX, actualmente vale casi un cuarto de su máximo valor alcanzado, declive propiciado principalmente por la desvalorización de las acciones de sus principales compañías. A continuación se describen como fueron sus inicios y las razones que originaron la importante desvalorización de su compañía.
Auge
Batista creó su imperio financiero en el año 1983 destinado a gestionar negocios en los sectores de la minería, energía, bienes raíces y entretenimiento. Realizó sus primeros negocios obteniendo recursos de las ofertas públicas de acciones y acumulando una gran deuda. Con este dinero creó sus diferentes compañías y a través de una adecuada administración consiguió que para el año 2005 su imperio valiera cerca de 1.500 millones de dólares, para el año 2008 el valor de este se elevaba a 6.600 millones y finalmente en el año 2012 obtuvo su máximo valor de 34.500 millones. Entre los años 2011 y 2012, la holding EBX realizó inversiones por cerca de 16.000 millones de dólares en diferentes sectores económicos y países de Suramérica lo que ayudó a que su patrimonio ascendiera en menos de tres años más de 22.500 millones de dólares. Su visión e inteligencia para negociar lo llevaron convertirse en el octavo hombre más rico del mundo en años anteriores.
Caída
El gran declive económico comenzó cuando OGX informó que uno de sus pozos de petróleo produciría 5.000 barriles al día, en lugar de los 20.000 estimados, lo que hizo que muchos accionistas comenzaran a perder confianza en sus empresas, posteriormente se informó a sus inversionistas que se suspenderían las operaciones de extracción en un yacimiento petrolífero ubicado en aguas del océano Atlántico. Tras este anuncio, las acciones de esta compañía se perdieron cerca de 34% de valor en la bolsa de Sao Paulo. La suspensión de las operaciones de OGX en ese yacimiento fue decidida en un momento en que el conglomerado de empresas atravesaba por graves dificultades financieras, además de esto, la deuda que afronta el grupo de Batista no es para nada despreciable, intentó renegociar deudas contraídas con once bancos que vencen en marzo del próximo año y que tiene un valor aproximado de 3.600 millones de dólares.
Los intentos por renegociar esta deuda, coinciden precisamente con el anuncio de una reestructuración en el grupo controlado por Batista, que ha derrumbado las acciones de todas sus empresas en la bolsa de valores durante las últimas semanas, esta reestructuración implicaría la venta de muchos activos propiedad del empresario. Con este descomunal desplome, los inversionistas empezaron a perder confianza y muchos procedieron a vender las acciones que poseían, hecho que también ayudó a que estas perdieran valor y cayeran en picada. Ante esta gran pérdida económica y la falta de efectivo, Eike Batista ha tenido que vender precisamente muchos de sus activos, conseguir nuevos socios que inyectaran más capital y muchos afirman que prevé la venta de compañías enteras, junto con proyectos renegociables con deuda.
Algunos analistas aseguran que el gran error de Batista, radica en la diversificación de sus negocios, ya que en vez de dedicarse al eje central de sus operaciones en sectores como energía, minas y petróleo, el inversionista cometió un grave error al destinar recursos y tiempo en otras áreas como entretenimiento y ocio.