El equipo de Formula 1 de Ferrari estuvo implicado como victima en uno de los casos más sonados de espionaje. Autor: Gail Mrs Gray/www.everystockphoto.com
Octubre 24 – “La información es poder”. Frase famosa de Francis Bacon (1561-1626), excanciller de Inglaterra y celebre político, filósofo, escritor y abogado.
El saber ha sido siempre un instrumento de poder. Tradicionalmente la información política quedaba reservada a los más altos niveles del mundo y solo más tarde fue deslizándose a los peldaños inferiores, hecho que contribuyo a mantener la autoridad jerárquica. Antiguamente se manejaba una especie de autocracia, donde la información estaba controlada por un pequeño grupo, el cual podía influir en la definición de situaciones claves y hacer que diferentes grupos se subordinaran.
Cuando gobernantes y gobernados comienzan a recibir la información, al mismo tiempo ocurren cambios importantes en su mutua relación. Primero se acelera la reacción social y en consecuencia la marcha de los acontecimientos tanto para los dirigentes como para los dirigidos. Segundo disminuye la subordinación de los peldaños inferiores respecto a los superiores y se destruye el poder basado exclusivamente en la posesión inicial de la información. Tercero los dirigentes se encuentran en desventaja para responder a las demandas de acción. Los mensajes recibidos estimulan rápidas reacciones y tanto dirigentes como electores obtienen la información al mismo tiempo.
Por estas razones, la autoridad tratará siempre de controlar la información. Uno de los métodos de control es la liberación de información falsa que favorezca los intereses propios o de la organización para evitar en mayor medida el conflicto.
Actualmente en el mundo empresarial, con la ayuda de los avances en las tecnologías de la información, cada vez las personas tienen mayor acceso a contenidos informativos que les dan poder para toma de decisiones adecuadas. Sin embargo, sigue existiendo gran cantidad de contenidos que son de uso privilegiado, y de encontrarse a personas que usen en beneficio propio esta información serán judicializados penalmente.
El principal caso de uso de información privilegiada ocurrido este año ha sido el del multimillonario Raj Rajaratman, fundador del fondo Galleon, quien fue condenado a 11 años de cárcel por un juez de Nueva York. La sentencia del juez es una de las más altas impuestas en la historia de Estados Unidos en este tipo de casos.
El jurado designado para este caso encontró culpable al empresario de cargos de conspiración por cometer y realizar fraude de valores. Durante el juicio se demostró a través de la intervención legal de líneas telefónicas, que el grupo Galleon obtenía ilegítimamente información de importantes compañías antes de que ésta fuera pública y sacar provecho de operaciones bursátiles. Para esto, Rajaratnam se rodeó de una red de analistas y ejecutivos que le facilitaban esa información a cambio de dinero, entre ellos incluso empleados de Goldman Sachs. Gracias a estas operaciones el fondo obtuvo ganancias por 63,8 millones de dólares.
Otro caso mediático fue el sucedido en 2007 cuando el grupo de Formula 1, McLaren, fue encontrado culpable de espiar a su principal competidor, Ferrari. En ella, Nigel Stepney, Jefe de Mecánicos de Ferrari esperaba ser ascendido por el Director de la escudería de ese entonces, Jean Todt. Ante la contratación de Luca Baldisseri, al parecer decidió vengarse. Stepney informó a Mike Coughlan, Jefe de Diseño de McLaren, acerca del fondo plano flexible de los Ferrari y le entregó el dossier técnico confidencial de los bólidos de la escudería italiana.
Coughlan aceptó el dossier y el equipo dispuso de un nivel de información sobre su rival que les daba una ventaja enorme. El británico declaró que no había pasado información al equipo, pero el Consejo Mundial estimó que McLaren tenía conocimiento de los detalles técnicos del Ferrari y que, por tanto, era culpable de espionaje. Coughlan y Stepney fueron sancionados por dos años en los que no pudieron participar en ninguna competición organizada por la FIA.
Lo más curioso del asunto es cómo se descubrió todo. Trudy, la esposa de Mike Coughlan, llevó el dossier robado a una fotocopiadora cerca de Woking, sede de McLaren, pero tuvo la mala suerte de que el empleado de la tienda era seguidor de Ferrari. Al ver el contenido del dossier decidió llamar por teléfono a Maranello, Italia, y se destapó todo el escándalo. Esto le significó al equipo inglés la expulsión del mundial (no se le contabilizaron los puntos en la clasificación de equipos) y una multa de 100 millones de dólares.
No bastándole con traicionar a su equipo, Nigel Stepney fue interrogado por la policía inglesa acerca de unos polvos blancos encontrados en su pantalón similares a los hallados junto a los depósitos de gasolina de los Ferrari. Se sospechaba que pretendía cometer sabotaje.
Increiblemente Coughlan cumplió sus dos años de sanción impuestos por la FIA y fue contratado este año por Williams para convertirse en su nuevo Director Técnico.