El Super Bowl es un evento deportivo que se celebra en la final de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL, por sus siglas en inglés). Además de generar gran interés entre los amantes del deporte, también se consolida como un espectáculo comercial en EE.UU, pues cado año millones de espectadores se sientan frente al televisor, más interesados en el show, que en el desenlace deportivo.
Foto: commons.wikimedia.org Autor: Desarrolloinnatia
Con 114,4 millones de personas siguiendo la trasmisión, el Super Bowl resulta ser mucho más que sólo un partido. Uno de cada tres estadounidenses siguió en vivo el juego entre los New England Patriots y los Seattle Seahawks y lo consolidaron el programa más visto en la historia de la televisión norteamericana.
En total, el rating de acuerdo a los sistemas de medición de Nielsen para el análisis de audiencias, fue de 49.7 con un porcentaje de pantalla del 72%, superando la marca anterior, la de hace dos años, con un rating de 48,1. En ese encuentro, el número de espectadores se quedó en 108 millones.
No sólo los fervientes seguidores del fútbol americano y los residentes en Estados Unidos siguen el evento deportivo, pues cada vez cobra más adeptos internacionales. ¿Cómo ha logrado la NFL hacer del Superbowl un espectáculo de grandes proporciones?
Desde la primera trasmisión en 1967, este evento ha trascendido a algo más que deporte. En Estados Unidos se ha convertido en un feriado extraoficial, un día en que familiares y amigos se reúnen para presenciar el encuentro, los avisos comerciales originales y los actos musicales monumentales en el entretiempo.
En Estados Unidos, el Super Bowl es lo que para el mundo representa el Mundial o los Juegos Olímpicos. Con dos semanas previas de fiestas y expectativas, la NFL hace de este evento un espectáculo gigantesco. Por ser el fútbol americano parte ineludible de la sociedad estadounidense y por los diferentes componentes que le integra.
La NFL ha convertido el evento en un negocio de grandes proporciones. Las entradas para la final comienzan en 800 dólares y son acaparados por corporaciones, lo que crea un ambiente de aficionados que asisten al partido para aprovechar la hospitalidad corporativa más que para alentar a un equipo. Además, las ciudades se disputan el derecho de presentar el Super Bowl y muchas aprovechan el acontecimiento para interesar al público a construir un nuevo estadio y para recibir ingresos. El escenario del juego rota cada año, por lo general a una sede con clima cálido o con estadio techado.
Los avisos comerciales también han sido toda una estrategia y se han convertido en parte del espectáculo que atrae a muchos más espectadores que no son fanáticos del deporte y que de otro modo no presenciarían el juego.
La tendencia a crear avisos que dieran de qué hablar en todo el mundo comenzó en 1984, cuando Apple presentó un anuncio memorable de un minuto basado en la influyente novela “1984” de George Orwell. Desde entonces han incorporado míticos comerciales al evento deportivo. Además las ganancias que obtienen son muy considerables, pasar un comercial de 30 segundos cuesta cuatro millones y medio de dólares.
Otra estrategia integrada al gran evento deportivo es la realización de apuestas un tanto extravagantes. Este año se ofrecieron sobre el color de la bebida Gatorade con que, según la tradición, se empaparía al técnico ganador; cuánto tiempo le tomaría a Idina Menzel entonar el himno nacional; si el coach de los Patriots, Bill Belichick, sonreiría ante las cámaras durante el juego, y el color del cabello de la estrella del pop Katy Perry en su actuación del entretiempo.
Por otro lado el espectáculo artístico se ha vuelto un momento imprescindible en el show. Con la presentación de este año de Katy Perry y el guitarrista de rock Lenny Kravitz, se ha prolongado la tradición de artistas de renombre que ha incluido a Bruce Springsteen, The Who, Prince, Madonna, Michael Jackson y Bruno Mars, además de Red Hot Chili Peppers el año pasado.
Entre otras estrategias como la presentación de fiestas comparadas a las de los Óscar y los Globos de Oro, y el despliegue mediático que incluye toda una jornada para la prensa; la NFL ha logrado consolidar al Super Bowl en todo un fenómeno televisivo mundial.