En medio de la actual crisis de descontento social, se ha hablado sobre la posibilidad de que el gobierno decida decretar Estado de Excepción por Conmoción Interior Aunque el rumor ha sido desmentido desde distintos sectores del gobierno, la falta de un acuerdo entre el Gobierno y el Comité del Paro, junto con el escalamiento de la violencia podrían llevar a que se analice esta medida. El Estado de Conmoción faculta al presidente para establecer decretos legislativos que busquen contrarrestar los problemas públicos por un periodo máximo de 90 días, con posibilidad de prórroga. No se puede establecer la efectividad del establecimiento de un Estado de Excepción para zanjar los problemas de orden público, Adicionalmente, este tendría efectos negativos en la economía, como la salida de inversiones, la inestabilidad y el aumento de la deuda pública.
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En las democracias el poder se divide en tres ramas: ejecutivo, legislativo y judicial, en principio solo el congreso puede promulgar leyes, por encarnar el poder legislativo; sin embargo, dentro de la Constitución Política del país también está establecida la figura de “Estado de Excepción” que faculta al presidente de Colombia para que pueda expedir decretos legislativos, que tienen el mismo peso normativo de las leyes, ante situaciones extraordinarias que puedan afectar el bienestar general de la ciudadanía.
En Colombia se pueden declarar tres tipos diferentes de Estado de Excepción: Estado Guerra Exterior, cuando el país inicia un conflicto con otra nación; Estado de Conmoción Interior, en medio de graves afectaciones al orden público y, por último, Estado de Emergencia Económica y Social, ante calamidades ambientales o situaciones como la actual pandemia de Covid-19 (Herramientas Gratuitas de Seguimiento a la Erradicación del Covid-19).
Por la pandemia de Covid-19 se decretó Estado de Emergencia Económica y Social en dos ocasiones durante el 2020, en la primera vigencia de esta figura, durante los meses de marzo y abril, el gobierno emitió 72 decretos legislativos.
Por otra parte, la última vez que se declaró Estado de Conmoción Interior fue en 2008, durante la presidencia de Álvaro Uribe Vélez.
El artículo 213 de la Constitución establece que el Estado de Conmoción solo puede ser decretado ante una “grave perturbación del orden público que atente de manera inminente contra la estabilidad institucional, la seguridad del Estado, o la convivencia ciudadana, y que no pueda ser conjurada mediante el uso de las atribuciones ordinarias de las autoridades de Policía”.
Además, la medida solo puede ser aplicada durante 90 días, con posibilidad de prórroga bajo aprobación previa del Senado y también está establecido que el gobierno tendrá la obligación de respetar los marcos normativos que protegen al Estado de Derecho y detentará las facultades estrictamente necesarias para contrarrestar la perturbación e impedir sus efectos (Los Protagonistas de Abril 2021: En Paro y sin Semiconductores).
En medio de la actual crisis de descontento social que enfrenta el país desde las protestas en contra de la Reforma Tributaria (Las Cifras con las Cuales el Gobierno Justifica su Nueva Reforma Tributaria (Video y Podcast)) que iniciaron desde el 28 de abril y que han escalado en fuertes enfrentamientos entre fuerza pública y sociedad civil, como los que se han producido en el Valle del Cauca, han surgido rumores sobre la posible intención de declarar Estado de Conmoción Interior por parte del presidente Iván Duque, pero hasta el momento el gobierno ha desmentido esta medida.
Sin embargo, no se ha llegado a un acuerdo entre el gobierno y el Comité de Paro y la violencia ha aumentado, en medio de denuncias de violación de derechos humanos y graves afectaciones a la actividad económica. Sumado a lo anterior, el país continúa inmerso en la crisis sanitaria siendo el segundo en número de contagios de la región después de Brasil y con el agravante de la escasez de oxígeno, por lo que existe la posibilidad de que se declare Estado de Excepción desde presidencia. (Superada la Pandemia, las Economías Enfrentarán Presión Fiscal, Abundante Liquidez, Bajo Crecimiento y Crisis Social)
Es difícil establecer si las medidas tomadas dentro de un posible Estado de Conmoción consigan zanjar la protesta o por el contrario exacerbarla, sin embargo, un desequilibrio de poder y en cierto sentido, la aceptación por parte del gobierno del clima de inestabilidad política, sí tendrán graves afectaciones sobre la economía. Esto podría perjudicar más la calificación internacional de riesgo del país que ya ha sido afectada por las dificultades para establecer una reforma tributaria, aumentando la incertidumbre y perjudicando al sector bancario y financiero. (¿Y si perdemos el grado de inversión?)
Las dificultades de la economía nacional también pueden ocasionar la salida de inversión extranjera perjudicando la estabilidad macroeconómica del país y afectando la tasa de cambio, algo que perjudicaría a la industria nacional que se vale de la importación de materias primas, por otra parte, el aumento del precio de dólar tendría un impacto en la deuda pública cuyo valor se vería aumentado en pesos. Todo lo anterior, sumado a la crisis social que enfrenta el país por la agudización de la pobreza y la estabilidad política repercutirían negativamente sobre las expectativas de reactivación productiva.
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