La dieta se considera un elemento clave en la evolución del ser humano. Desde los primeros antepasados del hombre el procedimiento empleado para acceder a los alimentos tuvo incidencia en el cambio hacia una postura erecta que le permitió desplazarse por las llanuras y acceder a los restos de animales que dejaban los predadores y recolectar elementos como piedras para iniciarse como cazador. Posteriormente, con el crecimiento de la población, la llegada de cambios climáticos y la sobreexplotación de recursos se diversificaron las actividades para conseguir alimentos y se incluyeron en la dieta peces y animales pequeños, adicionalmente la creación de herramientas como piedras de moler y morteros para procesar algunos vegetales incrementó el consumo de estos, lo que sucede en el periodo paleolítico, hace alrededor de 10.000 años.
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Más recientemente, la dieta y el estilo de vida han experimentado grandes cambios con posterioridad a la llegada de la agricultura, la ganadería y la revolución industrial, con lo que se modifica la forma de alimentación de los seres humanos y se genera una dependencia de los cereales, se reduce el consumo de proteínas, vitaminas y minerales. En las últimas décadas se complementó la dieta con productos como los azucares y aceites refinados, se incrementa el consumo de sodio y carnes grasas de especies domesticadas, generando un deterioro de la salud de la población, lo que empezó a llamar la atención de algunas personas y organizaciones (La Historia Detrás de: Beyond Meat, Una Solución de Alimentación a Cuatro Problemas Actuales), dando origen a nuevas tendencias para retornar a una alimentación más saludable y equilibrada con el consumo energético de los hombres de las sociedades modernas.
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