El coronavirus ha ocasionado no solo una crisis sanitaria a nivel global, sino también económica, dejando al descubierto los altos índices de desigualdad que existen en los países en desarrollo. Diferentes naciones se han visto en la necesidad de adoptar políticas proteccionistas y un mayor gasto gubernamental para hacer frente a las pérdidas que ha dejado la pandemia en términos de empleo, producción y desarrollo. (¿Hasta Cuándo Mantener las Medidas Tomadas por los Gobiernos en la Lucha contra el Coronavirus?).
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Uno de los economistas franceses más influyentes, Thomas Piketty, ha expresado que “la pandemia actual podría acelerar la transición hacia otro modelo económico, hacia una organización más equitativa, más sustentable, de nuestro sistema económico internacional”.
Piketty considera que la crisis que ha generado el coronavirus es una oportunidad para replantearse la distribución de la riqueza en el mundo. En una entrevista con el diario británico The Guardian, declaró que la pandemia es una situación que puede impulsar un punto de inflexión en las sociedades contemporáneas: “como mínimo, creo que reforzará la legitimidad de la inversión pública en salubridad. Pero también podría tener unas consecuencias completamente diferentes”.
No obstante, agregó que es muy pronto para saber hacia dónde se inclinará la balanza y qué decisión tomarán los países en materia económica o política, debido a que las pandemias pueden tener efectos contradictorios, tanto en la población, como en el pensamiento político, advirtiendo que históricamente estos sucesos han desencadenado xenofobia y la inclinación de los países hacia posturas nacionalistas. (14 Pandemias Mundiales, Desde la Peste Negra hasta el Coronavirus (Infografía))
En palabras de Pikkety, “Los choques severos, como las pandemias, las guerras o las crisis financieras, tienen consecuencias en la sociedad, pero la naturaleza de esas consecuencias depende de las teorías que la gente tiene sobre la historia, la sociedad o el equilibrio de poder”. Además, el economista señaló que es necesaria una movilización política y social para que las sociedades avancen en la misma dirección: la de la igualdad.
Entre tanto, el autor considera que la desigualdad, que ya era evidente, se ha agudizado con la pandemia, no responde a causas económicas, sino más bien políticas, y que ahora es el momento de sumar fuerzas y converger hacia un modelo económico más humano. (Paraísos Fiscales, ¿Responsables de la Desigualdad Mundial?)
Adicionalmente, mencionó que uno de los cambios que deben hacerse está relacionado con la salud y la educación, dos derechos básicos que deben ser globales para enfrentar futuras pandemias. Según su perspectiva, el mundo debería seguir el ejemplo de países como Japón y Alemania, que después de la Segunda Guerra Mundial establecieron un impuesto para los más ricos y de esta manera iniciaron un proceso de recuperación sin recurrir a la deuda pública, la cual destinaron para asistir a sus ciudadanos: “se debe invertir en la gente, en hospitales, infraestructura pública, en mejorar los salarios para los trabajadores de la salud y todos los trabajadores de baja y mediana escala”. (Teoría Monetaria Moderna: ¿Los Gobiernos Necesitan de los Impuestos para Financiar sus Gastos?)
Finalmente, expresó que todo dependerá de las construcciones ideológicas, las movilizaciones políticas y las relaciones de poder de cada país, “porque está claro que ni las fuerzas económicas o tecnológicas puras, ni las demandas de trabajo u otras variables determinan por sí mismas un modelo único de instituciones”.
