La caída de los precios del petróleo en 2015 afectó negativamente a todos los sectores de hidrocarburos, ya que las empresas petroleras también tienen inversión en extracción de gas por el acceso a los yacimientos. La inversión en el PIB del sector gas se redujo, frenando la expansión de los gasoductos y la cobertura en el país. Otro efecto de la disminución de los precios del petróleo es que desincentivó el uso de combustibles alternativos.
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La demanda de gas natural en febrero aumentó 7.8% respecto al mes anterior y 4% con relación al mismo mes de 2017. El consumo del mercado no regulado, correspondiente a empresas con altos niveles de compra en condición de negociar los precios con los proveedores, tuvo un aumento mensual del 7.6% en el segundo mes del año indicando una reactivación de la industria tras diciembre y enero, periodo en el que el nivel de producción tuvo una gran disminución debido al aumento de inventario en meses anteriores para satisfacer la demanda de fin de año.
Cifras: Concentra. Elaboración: Sectorial
Con respecto a la producción de gas natural, la cual se comporta en correspondencia a la demanda nacional, en marzo presentó una reducción de 6.8% frente al mes anterior. Independientemente de esto, la producción ha aumentado anualmente 2.6% en el interior, 18.9% en la costa y 6.9% en las zonas aisladas. Este crecimiento se ve explicado por la expansión del alcance de los gaseoductos del país, los cuales han permitido que mayor parte de la población tenga acceso a este servicio público.
De acuerdo con el Ministerio de Minas y Energías y la Agencia Nacional de Hidrocarburos, la vida media de las reservas de gas aumentó de 10,3 años en 2016 a 11,7 años en 2017. Además, gracias a la recuperación de los precios internacionales del petróleo, el índice de reposición de gas fue de 61%, lo cual significa que por cada gigapie cúbico (GPC) de gas producido se incorporaron 0.61 GPC en reservas probadas; en 2015 y 2016 este índice había sido de 8% y 6%. Los buenos resultados en 2017 son el reflejo del esfuerzo de la industria de hidrocarburos por implementar sistemas que optimicen la extracción de los yacimientos.
Se estima que el nivel de demanda tendrá un crecimiento promedio de 2.2% anual hasta 2035, impulsado por el crecimiento económico, el incremento en la población total y las tendencias de sustitución de fuentes energéticas como el petróleo y el carbón por opciones más amigables con el medio ambiente.
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