Los 4 años de mandato de Juan Manuel Santos, han estado marcados por las protestas de diferentes gremios que exigen garantías del gobierno. Con la reciente reelección de Santos, la incertidumbre por la convocación de nuevos paros crece.
Presidente Juan Manuel SantosFoto: commons.wikimedia.org (Autor: Angel Paez)
En octubre de 2011, los desacuerdos por la implementación de la Ley 30 llevaron a las calles a miles de estudiantes, docentes y sindicatos que exigían retirar la reforma del congreso. Después de numerosas movilizaciones, el 11 de noviembre del mismo año, el presidente Santos accedió a la petición.
Meses más tarde, en febrero de 2012, los controladores aéreos de todo el país entraron a paro con la “operación reglamento”, más de 2.000 pasajeros se vieron afectados por la protesta que además contribuyó a la ralentización del servicio aéreo.
La Rama Judicial se sumó a la lista de protestas, cuando en noviembre de 2012, después de 12 días de cese de actividades, el sindicato decidió entrar en paro para exigir una nivelación salarial de todos los empleados de la rama.
A principios de 2013, entre febrero y marzo, el turno fue para el gremio cafetero de todo el país. La exigencia era prestar una mayor atención a la crisis del sector, respecto a los bajos precios del grano y a la falta de subsidios otorgados por el gobierno. Las protestas, que paralizaron las carreteras del país, dieron inicio a la inconformidad, llevada a las calles, del agro en el país.
Dos meses después, en mayo de 2013, el sector papero del país se unió a las protestas del agro, la exigencia esta vez, era la implementación de mecanismos de apoyo que permitieran superar la difícil situación por la que atravesaban los papicultores, además de los bajos precios de la papa. Casi dos meses después, 54 días duraron las protestas, tras el compromiso del Gobierno Nacional para estudiar temas respecto a la zona de reserva campesina, plan de desarrollo para la región del Catatumbo, subsidio para víctimas; entre otras garantías reclamadas por los campesinos, se levantaron las protestas. Pero ahí no terminaron las movilizaciones en el país, cuando en julio de 2013, el sector minero entró a paro, reclamando el reconocimiento de los mineros informales. El gremio además exigía la definición de áreas estratégicas para ser subastadasa la informalidad, que hoy se concentran para firmas medianas y grandes.
Con sectores divididos, el 19 de agosto de 2013, el sector agrario, los camioneros y los mineros; entraron en protestas que exigían mejores garantías.
A principios de mayo de 2014, la dignidad agropecuaria, nuevamente con sectores divididos, convocó a nuevas movilizaciones, por el incumplimiento del gobierno ante los puntos que se acordaron para levantar el anterior paro. Con pequeños avances en los puntos que pedían los campesinos, se logró detener las movilizaciones. Pero la inconformidad de la gran mayoría de los sectores es clara, específicamente del agro, temas como los tratados de libre comercio y los subsidios por parte del gobierno al gremio; aún generan cierta discordia entre las partes. La reelección de Santos como presidente de los colombianos deja la incertidumbre sobre si este nuevo periodo será marcado igual que el anterior, como un mandato de paros.
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