Febrero 27 – Recientemente fue noticia el divorcio entre la estrella de cine Mel Gibson y Robyn Moore, la mujer que fue su esposa durante 31 años y madre de siete de sus hijos. La separación fue finalizada en diciembre del 2011 en un tribunal de Los Ángeles. El resultado es que Gibson tuvo que pagar a su ex esposa nada menos que la mitad de su patrimonio, si se estima que él produjo 850 millones de dólares, fueron 425 millones para Moore, y esto debido a que la pareja no tenía un acuerdo prenupcial.
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Un caso diferente fue el del ex beisbolista estadounidense de las Grandes Ligas Barry Bonds. Bonds ganaba anualmente 106.000 dólares cuando se caso con su ex esposa Sun en 1988. Antes de casarse, Bonds le pidió a su prometida que firmara un acuerdo prenupcial en el cual renunciaría a cualquier interés en sus ganancias y adquisiciones durante el matrimonio, la mujer accedió. Seis años y dos hijos después las partes se divorciaron, momento en el cual el salario de Bonds era de 5.000.000 de dólares al año.
El acuerdo prenupcial es un documento escrito y notariado que se hace antes de consumar un matrimonio para determinar cómo se manejarán las finanzas de los esposos. En este acuerdo típicamente se lista lo que cada uno posee antes del matrimonio y cuáles serán los derechos de las propiedades de cada uno, adquiridas antes y durante el mismo. No se puede asumir que el acuerdo es solo por dinero, también puede usarse para proteger a los esposos de las deudas del otro antes del matrimonio, proteger la propiedad, derechos de hijos de matrimonios anteriores, determinar derechos financieros. Tampoco se debe confundir con que evita las responsabilidades de ser padre o madre.
Estos son algunos aspectos que se deben tener en cuenta al momento de elaborar y concretar un acuerdo prenupcial:
Cuando las parejas deciden casarse se discuten muchos temas sobre el futuro, el acuerdo prenupcial es un aspecto que se debe tocar en estas discusiones de manera anticipada, donde la honestidad es punto clave.
Las partes deben tener un abogado. Aunque los esposos pueden llegar a un acuerdo en los términos generales del documento, en la mayoría de situaciones la ley requiere de dos abogados para concluir el acuerdo.
Los acuerdos prenupciales tienen peso de ley si son correctamente elaborados. Sin embargo, se debe tener en cuenta que estos no deben promover el divorcio y deben estar por escrito.
Proteger los documentos como oro, pues será de utilidad cuando se necesite.
En algunos casos los acuerdos prenupciales pueden causar enfrentamientos, desconfianza y emociones negativas si el asunto no se lleva con tacto, pero en general han probado ser beneficiosos para las parejas casadas.
