Es la hora de salida y ya usted sabe cuál es la rutina: Tome su saco y maleta y póngase el manos libres de su celular para una rápida llamada a un cliente, mientras recorre el camino a casa. Una breve parada en el supermercado, mientras está haciendo la fila, tome su celular para responder algunos mails. En casa, mientras espera la comida, es tiempo para revisar de nuevo algunos correos. Finalmente siéntese a ver algo de televisión con su computador en las piernas por supuesto, solo unas últimas revisiones y es tiempo de dormir, pronto te levantaras para hacer de nuevo esta rutina.
Foto: www.sxc.hu (Autor: bzuko22)
Bienvenido al nuevo mundo laboral, donde las 6:00 pm está muy lejos de ser la hora final del día laboral. Es un mundo en el cual los teléfonos inteligentes y los computadores portátiles se han convertido en conexiones intravenosas 24/7 a nuestros puestos de trabajo. No sólo existen dificultades para mantener los límites entre la vida personal y laboral debido a que ambos se encuentran enredados con la tecnología; también existe una presión por parte de las organizaciones a estar siempre disponibles para dar respuesta inmediata a llamadas y correos electrónicos fuera del horario normal de trabajo.
Antes de que existieran los computadores portátiles, el email y los teléfonos inteligentes, los empleados no se llevaban el trabajo a la casa, pero los tiempos han cambiado. De acuerdo con un reciente estudio de Neverfail, una compañía de software de Estados Unidos especializada en protección de datos, el 83% de los empleados administrativos revisa su mail después del trabajo, un 66% lleva consigo su portátil y/o teléfono inteligente en vacaciones, y más del 50% responde correos durante una cena familiar o de amigos.
Sin embargo, está dedicación a nuestros trabajos no se traduce en incrementos de la productividad. El computador portátil, el teléfono móvil y el flujo constante que estos ofrecen causan estragos en nuestra concentración. Un estudio realizado en el 2009 por un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford encontró que las personas que regularmente están bombardeadas con diferentes tipos de información electrónica no prestan atención a la información recibida y pasan de un mail a otro solo para completar la tarea.
Teniendo en cuenta esto, muchas compañías han implementado políticas que buscan “desconectar” a los empleados. Entre algunos de los procedimientos establecidos se encuentran prohibir el envío de mails en horas no laborales, estimular las pausas activas, no destinar una semana del mes a viajes laborales, políticas sobre el uso de teléfonos inteligentes, entre otras. Incluso algunos países como Brasil están implementando leyes al respecto. El hecho es que el trabajo y la vida personal se encuentran muy entrelazados y se tiene que averiguar cómo las dos cosas pueden convivir de una manera que no estrese. Las personas tendrán que afrontar nuevas conductas frente al uso de la tecnología, para que ésta no se convierta en desventajosa y saturadora.
*Con Información de Time