En Colombia, sectores con predominio exportador como es el caso de las flores, el café, banano, los textiles, entre otros, han visto reducir sus ingresos y en algunos casos poner en jaque su operación a causa de la apreciación del peso colombiano. Y es que a comienzos del año 2003 la tasa representativa de mercado (trm) ascendía a $2.900, y actualmente está se encuentra en $1.800, lo que representa reducciones en ingresos del 38%.
Como parte de la solución, los exportadores cuentan con la posibilidad de acceder a instrumentos como lo son las coberturas cambiarias, que tienen por objetivo ayudarlos a protegerse de la revaluación. Sin embargo; aspectos como el desconocimiento de la herramienta, la percepción de algunos empresarios de dejar su negocio a un lado por dedicarse a una labor financiera, no contar con un recurso que se encargue de efectuar estas operaciones; conllevan a desaprovechar oportunidades y poner en riesgo sus negocios.
Las coberturas son un mecanismo de protección que ofrecen los agentes especializados (bancos) para que sus clientes gestionen el riesgo que se deriva de las variaciones de los mercados financieros, como lo es la fluctuación en las tasas de cambio. El uso adecuado de estos mecanismos permite, entre otros aspectos:
Asegurar una rentabilidad esperada por la compañía.
Garantizar los recursos suficientes para realizar las inversiones presupuestadas bajo situaciones inesperadas.
Reducir problemas de liquidez ante nueva deuda contraída.
Transferir riesgo a agentes especializados (entidades financieras).
Tener mayor certidumbre sobre ingresos generados.
Optimizar la gestión de la operación del negocio y el rol de la gerencia.
Sin embargo, la gestión del riesgo bajo mecanismos de cobertura también puede ocasionar:
Aumentar costos de transacciones por la compra de coberturas.
Eliminar la posibilidad de movimientos favorables en el tipo de cambio al utilizar coberturas rígidas.
Generar costos indirectos por el efecto de control y operatividad de la gestión de riesgo y contabilización de los mecanismos de cobertura.
Crear dificultades a la hora de presentar la información de la estrategia a inversionistas, junta directiva y áreas comerciales de la empresa.
En la actualidad hay diversas clases de coberturas a las que puede acceder un empresario, entre estas se destacan los forward, futuros, opciones, swaps. La más utilizada y sencilla son los forward. Estos representan una obligación que se efectúa hoy entre una empresa y la entidad financiera para comprar o vender en el futuro cierta cantidad de una moneda, en una fecha determinada y a un precio específico. Al acercarse a la entidad financiera, los empresarios pueden hacer un acuerdo sobre la venta de una cifra determinada (por ejemplo U$ 1 millón), en un momento determinado (por ejemplo, dentro de un mes), y a un precio fijo de dólar que el banco determina, dependiendo de la tasa del día y las expectativas de inflación. Pasado el mes, el exportador recibe el dinero de la venta realizada, lleva los dólares al banco y éste le paga el precio fijado previamente.
Finalmente, es importante aclarar que existen dos tipos de forward, el delivery y el non delivery. En el primero existe un intercambio real de flujos, si su empresa vende U$ 1 millón a futuro a $1.800 / US, el día del vencimiento entregará a la entidad financiera U$ 1 millón y recibirá $1.800 millones. En el segundo no existe flujo real en dólares, se paga una compensación en pesos, los dólares se liquidan a la TRM vigente el día hábil posterior a la fecha de vencimiento; es decir que si su empresa vende U$ 1 millón a futuro a $1.800 / US y el día del vencimiento la TRM es $1.750 / US, la entidad financiera le reconocerá los $50 millones de la diferencia, por el contrario si la TRM al día del vencimiento es $1.850, usted le reconocerá a la entidad financiera los $50 millones.
Alejandro Escobar CorreaDirector Sectorial.co