Crear empresa es una actividad de la cual se requiere mucha valentía, riesgo y pasión. Es un movimiento que no resulta para nada sencillo, y mantenerse en el mercado en sus inicios es una tarea compleja en donde no muchas logran pasar de esta fase.
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Se estima que el 99.9% de las empresas en Colombia son pequeñas y medianas empresas, con cerca de 1.6 millones de unidades empresariales. Teniendo en consideración esta cifra ¿Por qué fracasan las pymes en Colombia? De esta pregunta salen muchas inquietudes para conocer las dificultades y desafíos que enfrentan estas empresas dentro del panorama emprendedor y económico del país.
Los colombianos son destacados por sus cualidades a la hora de trabajar, un tema diferenciador del emprendedor colombiano que lo beneficia y lo hace progresar frente a las diferentes adversidades al momento de crear una empresa. Sin embargo, la buena voluntad no lo es todo. Según un informe de la Dirección de Emprendimiento de la Universidad Antonio Nariño (UAN), entre los años 2014 y 2016 la iniciativa de crear empresa ha decrecido pasando de un 71% a un 65% en los jóvenes universitarios.
De esta manera, una encuesta realizada por la Asociación de Emprendedores de Colombia (Asec), el 56% de las personas, cree que las universidades no forman o brindan conocimiento suficiente sobre temas de emprendimiento y creación de empresas, y menciona que la búsqueda de información acerca de las regulaciones, legalidades y tramites necesarios para formalizar una idea de negocio no es fácil de encontrar. Es por esto, según la entidad, que el 35% de las empresas no se registran como lo hacen las sociedades y dedica esta problemática a un tema del estado.
La asociación señala que en Colombia solo el 16% cree que las entidades no son suficientes del ecosistema y un 73% no cree que exista un suficiente musculo de capital semilla para empresas que son consideradas de “Alto riesgo”, lo que también puede traducirse según el informe a que, en Colombia, las personas son 2 veces más propensos a crear empresas, pero 6 veces menos capaces de alcanzar una compañía que albergue más de 50 empleados.
Las pymes enfrentan retos estructurales que hacen difícil su continuidad y su sostenibilidad. En la mayoría de sus casos, por temas financieros, pero adicionalmente, los temas tributarios y legales que, en palabras de la directora de Creame incubadora de empresas, María Liliana Gallego, “Se cortan las alas a los emprendimientos”
El modelo económico colombiano para pymes y emprendimientos tiene muchas barreras para incentivar y fomentar la creación de empresas como el incremento del impuesto al valor agregado (IVA) el cual paso del 16% al 19%.
También, los instrumentos de apoyo financiero deben seguir creciendo, sobre todo para las microempresas, ya que, según Confecámaras, estas son las mas vulnerables y las que más rápido tienden a desaparecer dado que emplean pocos trabajadores y poco calificados. Al no contar con amplias opciones de financiación, las pymes deben pagar a plazos a los proveedores, liquidar o reducir costos de inventario y reducir el tiempo de las cuentas por cobrar. Así como pagarles a los trabajadores los aportes de seguridad social, que incrementa los costos fijos de las pymes.
Impuestos como el ICA, denominado “impuesto de industria y comercio” que es un impuesto el cual se le paga a cada municipio en donde se realizan actividades industriales, comerciales y de servicios, estos deben cancelarse por medio de una tarifa sobre sus ingresos netos, sin importar si la empresa al final del periodo obtuvo pérdidas, lo que lo hace un obstáculo para los emprendedores en su etapa temprana.
Es claro que falta acompañamiento por parte del estado y que la búsqueda de recursos se vuelve mas escasa. En cuanto al financiamiento, según Asec, el 17% de los emprendedores comienza su negocio con recursos propios, el 13% comienza con deuda, un 7% con capital semilla, pero los datos más relevantes es que solo un 3% de las pymes y emprendedores utiliza recursos públicos que se ofrece, y un 0,5% capital de riesgo.
Sobrepasar esta barrera es de vital importancia, sumado a todo esto se debe tener en consideración el artículo 457 del Código de Comercio, el cual establece que una sociedad estará en causal de disolución “Cuando ocurran pérdidas que reduzcan el patrimonio neto por debajo del cincuenta por ciento del capital suscrito”.
Se precisa que mientras se identifica una causal de disolución y se declara la solución, no sólo hay una gran diferencia, esta radica en el lapso del tiempo durante el cual la empresa podría presentar estrategias y un funcionar correcto para su continuidad.
La conservación de una empresa depende de su tamaño inicial, mientras más pequeña sea, menos probabilidades tendrán. Según Confecámaras Las microempresas tienen una tasa del 29,1% de supervivencia, mientras que una empresa grande registra una tasa de 71,4%.
El panorama emprendedor es complejo, este no solo sucede en Colombia sino también en toda Latinoamérica, en donde el principal motor debe ser la educación y el fomento a la creación de empresas, con participación del estado y sus aportes.