La mayoría de emprendedores exitosos han coincidido en que han aprendido mas de sus errores que de sus triunfos. Teniendo en cuenta esta premisa, estos son los principales errores que comenten normalmente las compañías en crecimiento:
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Demasiado Optimista
Confiar en proyecciones de ingresos demasiado optimistas puede ser el causante de una desilusión. Los retrasos en la puesta en marcha de la producción hasta llegar a la capacidad optima para generar los ingresos deseados puede tardar un tiempo importante. Realice un análisis detallado y minucioso de cada rubro de las proyecciones de la empresa y tenga una visión muy conservadora de las mismas. Nunca pierda la orientación.
Aprenda a Crecer
No se obsesione con el crecimiento acelerado, pedidos de gran envergadura pueden generar excesos de producción y sobrecostos, aprenda a planear su crecimiento y mida sus capacidades. Ofertas de compras de grandes volúmenes pueden obligarlo a generar altos descuentos o comprometer que el pago de sus servicios o productos tarde más de lo planeado, al tener que otorgar un plazo especial a ese tan importante cliente.
Pensar en Pequeño
No se conforme con el mercado que ya ha ganado, debido a que no puede cubrir nueva demanda con los recursos actuales, esto suena más a conformismo que una buena planeación. Aprender a crecer también es sinónimo de atender nueva demanda de manera adecuada y no dejársela servida a la competencia. Tome financiación para poder crecer sus ingresos, pero siempre analice que el retorno de la inversión generada sea mayor que al costo de el nuevo endeudamiento.
Equipo de Ventas Propio
Cuando una compañía está en fase de crecimiento puede poner en riesgo su estabilidad cuando se tienen gastos fijos. Al tener un equipo de ejecutivos propio lo comprometen a un pago mensual fijo, sea que se logren o no las ventas deseadas. Qué pasaría si el equipo no logra los ingresos deseadas? Su compañía podría arrojar pérdidas, acompañadas de la obligación de pagar a sus vendedores.
La Empresa no Soy Yo
La fase de puesta en marcha de la compañía es quizás el momento en que el emprendedor pone su mayor pasión y cae en el error de medir su estado de ánimo de acuerdo a los resultados de la empresa. El empresario es un ser humano, el negocio es una entidad aparte. Cuando las cosas no salen según lo planeado, es el momento más crucial para que el empresario se inspire, sea más audaz y seguro de si mismo y su equipo.
*Con datos de Forbes
