El 2021 como año de reactivación económica, ha estado acompañado de aumento en la demanda, en los precios, limitantes en la oferta, crisis de suministros y crisis energética. Estos elementos vienen afectando el poder de compra a nivel mundial y afecta en mayor medida a los países con monedas débiles.
El incremento en los precios del petróleo debido a la crisis energética por la que pasa Europa (que también puede llegar a Colombia), acompañado del aumento acelerado en la demanda, puede llevar al debilitamiento de las monedas europeas.
Colombia presenta mejores proyecciones de crecimiento mientras convive con riesgos tributarios e inflacionarios al alza (4,7% para 2021), donde se espera el aumento sostenido en los precios de los alimentos y escasez de bienes para la temporada navideña, que seguiría posicionando la moneda colombiana entre las más devaluadas en el mundo.