Las motivaciones de las nuevas generaciones para la inserción laboral ciertamente han venido cambiando. Los jóvenes de hoy tienen prioridades diferentes a la construcción de una trayectoria dentro de una compañía, a la estabilidad, a trabajar en un horario fijo y dedicarse toda la vida a un mismo oficio. Los empleadores deben aprender a comprender estas nuevas motivaciones si quieren aprovechar la energía creativa de los millennials, la nueva fuerza laboral.
Fuente: www.freeimages.com Autor: ckornowski
Según la consultora Deloitte, los millennnials o generación Y, son jóvenes que nacieron entre 1981 y 1995, representan hoy el 35% de la fuerza laboral de América Latina, y se prevé que para 2025 esta cifra habrá ascendido a 75%. Empleados que ahora andan en busca de una mejor calidad de vida, crecimiento personal y profesional, la posibilidad de seguir sus pasiones y no sentirse dependientes. La mayoría de los millennials desearían trabajar en sus propios proyectos.
Y es que a la nueva fuerza laboral le gusta que le hablen de proyectos y no de puestos con visión de largo plazo. Se sienten bien al realizar actividades en periodos cortos, que los reten, y que sean cambiantes. Tienen la necesidad de estar conectados todo el tiempo y desde cualquier sitio donde se encuentren, los aparatos tecnológicos son parte esencial de su calidad de vida e insumo importante para el desarrollo de sus labores.
No tiene problema en cambiar de lugar una vez el proyecto que los motivaba ha acabado, no tienen presiones económicas porque viven con su padres, incluso, cuando tienen más de 30 años, por lo cual sus necesidades básicas están satisfechas. Buscan realizar actividades donde sigan sus pasiones, lo entregan todo por un desarrollo si está alineado con sus búsquedas e intereses personales, son insaciables y siempre quieren hacer cosas diferentes.
Los millennnials también son ambientalistas y quieren mantener su independencia ideológica, miran hacia adelante y andan en busca de mejores oportunidades, siguen su instinto, no quieren nada para toda la vida, rechazan las estructuras tradicionales, no les agradan ni las instrucciones ni los trajes formales, y valoran que se les conceda libertad.
Los lugares de trabajo deberán cambiar por sitios más acogedores, coherentes con esa calidad de vida que buscan los trabajadores. El líder de la empresa o proyecto que emplea a la nueva generación tendrá que ser completamente inspirador y estratégico para transmitir a los millennials los propósitos loables que se encuentran detrás de las actividades que desarrolla la empresa, porque eso es aliciente para ellos.
Los gerentes y administradores deberán abrir la mente y desligarse de las viejas estructuras y normas organizacionales para emplear las habilidades de esta generación. Los millennnials llegan para darle un aire a las empresas, y aunque parece difícil coordinarlos, se deber aprender a administrar y canalizar esta energía creativa en nuevas ideas e innovación en productos y procesos, en lugar de pelear con sus ideales, dado que esta generación desea ser independiente y emprendedora.
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