Un problema frecuente entre los emprendedores que recién comienzan su actividad es el cobro a aquellos clientes que no pagan sus servicios o productos, ocasionándole problemas de caja, de operación e incluso de sostenimiento, por lo que es normal que estos empresarios recurran a acciones legales para hacer cumplir lo que inicialmente se acordó entre las partes. Sin embargo, esta no siempre resulta ser la mejor opción.
Fuente imagen: Shutterstock
Articulo relacionado: Las Dificultades Comunes de un Emprendimiento
La morosidad es un gran enemigo de los emprendedores en todo el mundo. De acuerdo con una encuesta realizada por la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos en España (ATA), el 40% de este tipo de trabajadores sufren el impago de sus facturas.
Para reclamar jurídicamente lo que se les debe, es necesario contratar un abogado, cuyos honorarios, en muchos casos, superan el valor de las facturas, por lo que acudir a este servicio profesional puede resultar más costoso que dejar las deudas en el olvido.
Para evitar esta condición de mora con los emprendedores, se creó el Proceso Moritorio, introducido en el Código General del Proceso, articulo 419, y la Ley 1564 de 2012, el cual consiste en un trámite que busca el pago de una obligación financiera sujeta a un contrato.
Para iniciar con este proceso, es necesario presentar una demanda particular que especifique los actos que se están incumpliendo, así como el origen de la deuda, el contrato, los componentes, el monto y el total de la suma. Luego, el deudor será notificado de ser aceptada la denuncia.
Lea también: Mitos que Impiden el Desarrollo de Nuevos Emprendimientos
En este punto, pueden ocurrir dos situaciones: que la compañía o la persona que hace de deudor pague el compromiso que tiene, o, por el contrario, si no contesta la demanda o se niega, se produce una sentencia por parte de un juez que otorga un mérito ejecutivo, lo que permite a los emprendedores iniciar un cobro coactivo por su deuda.
Es importante que los nuevos negocios conozcan estas medidas que ayudan a mejorar los ingresos, el flujo de efectivo y, así mismo, a ser objetivos frente a la selección de sus relaciones comerciales, para evitar situaciones incomodas en el cobro de cartera.
Lea: El Cambio de Normatividad que Define el Tamaño de las Empresas