Alemania corre el riesgo de caer en su tercera recesión desde la crisis financiera global, acrecentando la presión sobre Europa para hacer más por estimular su economía estancada.
Foto: www.sxc.hu Autor: borissey
El Banco Central espera poco o nulo crecimiento en el país en la segunda mitad del año, el débil panorama podría generar más presión para que Alemania aumente su inversión. El país germano está en riesgo de acercarse peligrosamente a la recesión, advirtió el Banco Central en una proyección que predijo poco o nulo crecimiento económico en la segunda mitad del año.
El informe aseguró que el BCE debería mostrar más disposición a tomar más medidas si los pasos dados para relajar su política monetaria no consiguen evitar el riesgo de caer en deflación. En su boletín mensual, el Bundesbank adelantó que habrá pocas mejoras en el débil desempeño alemán del último tiempo, señalando que el año terminará con una nota “modesta”. En los tres meses que van de abril a junio de este año, la producción económica germana se contrajo un 0.2%. Una nueva disminución en el tercer trimestre pondría a su economía en recesión.
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional ha hecho sonar las alarmas sobre el estado de la economía de la eurozona, advirtiendo de que hay un 40% de posibilidades de que este bloque entre en su tercera recesión desde la crisis financiera.
La advertencia del FMI llega después de conocerse que la producción industrial en Alemania sufrió su mayor caída mensual desde 2009, lo que alimenta los temores de que la mayor economía del bloque también vaya camino de una recesión. La fuerte contracción de la producción industrial, que cayó un 4% entre julio y agosto, se ha visto agravada por los débiles datos de pedidos del sector industrial.
Además, demuestran que Alemania ha empezado a sufrir un retroceso de la demanda de sus exportaciones debido a las tensiones geopolíticas y a la ralentización del resto de la eurozona. El debilitamiento de la economía alemana hará que las autoridades del país se sientan presionadas para impulsar la demanda interna a través de recortes fiscales y un aumento de la inversión. En las últimas semanas, otros gobiernos de la eurozona y el BCE han hecho un llamamiento al Gobierno alemán para que relaje su política fiscal, lo que contribuiría a fomentar el crecimiento.
El FMI también calculó que el riesgo de recesión en la eurozona se ha duplicado desde el 20% de abril hasta casi el 40%. A la entidad le preocupa sobre todo que la zona euro caiga en deflación. En conjunto, el FMI recortó sus previsiones de crecimiento económico global en 2014 al 3,3%, una rebaja de 0,4 puntos porcentuales desde abril y de 0,1 puntos porcentuales desde julio.
Los cálculos del FMI que apuntan a una menor expansión global reflejan que todavía se sufren las consecuencias de la crisis de 2008, junto con el temor de que la economía global haya entrado en una nueva fase de débil crecimiento. Según Olivier Blanchard, economista jefe de la institución, las autoridades tendrán que “recuperar la confianza diseñando un plan para abordar tanto el legado de la crisis como los desafíos de un bajo potencial de crecimiento”.