Según las estimaciones reveladas por el Banco Mundial, para el segundo semestre del año se espera un crecimiento global del 3.1% y de 3% para 2019, debido a los crecientes riesgos de tensiones financieras, el aumento en el proteccionismo comercial y el posible incremento de las tasas de interés, que frenarían este crecimiento.
Fuente imagen: Pexels
Según los resultados de desempleo y capacidad de producción, es posible pronosticar que la economía de Estados Unidos se esté acercando a su potencial productivo, proyectado un crecimiento de 2.7% para este año y de 2.5% para el 2019. Estos resultados, imputaron a la subida de 25 puntos básicos en las tasas de interés, ubicándolas en el rango entre 1,75% y 2% por parte de la FED, que afectará a los países emergentes por la fuga de inversionistas, los cuales encuentran mejores rentabilidades en activos más seguros en Estados Unidos, impulsando la devaluación de la moneda de estos países. Ante la confianza en el crecimiento económico y una inflación estable hasta 2019, el banco central anunció que todavía hay espacio para otras dos alzas más en los tipos durante 2018.
Con respecto a la economía de la zona euro, en mayo el PMI manufacturero registró uno de los menores resultados en los últimos 15 meses, mostrando una desaceleración en la actividad industrial, pero la política monetaria expansiva que ha tenido el Banco Central Europeo permitirá un crecimiento de 2.1% para este año. Este estancamiento significa una menor demanda interna de esta región afectando las exportaciones de sus socios comerciales.
La inestabilidad económica de Venezuela se vio reflejada en la disminución de la producción de crudo durante mayo, que cayó 21% desde el tercer trimestre de 2017, y algunos analistas prevén un posible cese de la extracción petrolera a finales de este año por los altos costos de producción. Por otro lado, la OPEP pronostica que para la segunda mitad de 2018 la demanda de petróleo será mayor al nivel de producción actual de este bloque, lo cual podría llevarlos a terminar su programa de reducción de inventarios globales.
En los últimos meses, Colombia ha logrado que diversos productos agropecuarios sean admitidos en el exterior, alcanzando un total de 2.826 productos que tienen acceso a 83 países, gracias al cumplimiento de los requisitos fitosanitario y hay más de 200 que se encuentran en medio de este proceso. Este avance permite una diversificación de la canasta exportadora, aumentando los ingresos de recursos extranjeros al país y dinamizando el sector agropecuario que representa el 6.6% del PIB total.
Con el ingreso de Colombia a la OCDE, se espera que la inversión extranjera en el país mejore, debido que algunos fondos de inversión y de pensiones tienen como requisito que los recursos sean asignados a estados pertenecientes a este grupo y a que ser miembro de esta significa que la industria del país cumple con estándares internaciones de empleo y productividad y con leyes anticorrupción para proteges estas inversiones.
Sin importar el resultado de las elecciones presidenciales, la inversión en infraestructura seguirá siento una prioridad en las políticas de gobierno en Colombia. Con los modelos desarrollados de obras por impuestos y asociaciones público privadas será posible que este sector siga creciendo a pesar de la necesidad de recortar el gasto público para lograr el ajuste fiscal necesario tras la caída de los precios del petróleo en 2014. Además, se espera que tras las elecciones presidenciales se logren los cierres financieros con inversionistas internacionales que esperan entrar al país en busca de inversiones a largo plazo, tras el ingreso el país a la OCDE.
Las bajas tasas de interés, la inversión en infraestructura, los precios del petróleo más altos y las estrategias para atraer inversión extranjera al país serán algunas de las condiciones que favorecerán el crecimiento de economía durante este año, para el cual se estima una variación de 2.5% en el PIB.
Gráfico 1. Crecimiento PIB
Fuente: Sectorial.co