La asimilación económica de la cuarta revolución industrial, la globalización y el impacto de la Covid-19 ocasionarán profundas trasformaciones en el mercado del trabajo a 2025, en las que la tecnología acaparará las tareas mecánicas y rutinarias, impulsando el surgimiento de nuevas competencias laborales.
Se estima que el 19.9% de los trabajadores del sector minero están en riesgo de ser desplazados por nuevas tecnologías de aquí a 2025.
Alrededor de un 49.5% de los trabajadores desplazados tendrán éxito estableciéndose en otras ocupaciones.
La Covid-19 impulsó en un 95% el trabajo a distancia en el sector minero.
Las principales limitantes para la adopción de tecnologías a 2025 son las carencias de calificación en el mercado laboral local y la incapacidad para atraer talento especializado.