El pasado 19 de abril, el Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, planteó ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) la necesidad de realizar un plan de rescate financiero por US$60.000 millones para Venezuela, una vez Nicolás Maduro deje el poder. Con estos recursos espera financiar las importaciones necesarias para abastecer la agricultura, la industria y los bienes de consumo que asegure una dieta básica para los venezolanos. (Artículo relacionado: ¿Cuándo Se Dará el Fin de la Venezuela que Conocemos?)
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Colombia, uno de los países más afectados por la crisis venezolana, quiere participar financieramente en este préstamo internacional y asumir un papel directo en la entrega de apoyo para reconstruir su economía. Aunque esta propuesta suena muy solidaria, existen algunos factores que motivan a encabezar este proyecto de recuperación
De las delimitaciones fronterizas que tiene el país con sus vecinos, comparte con Venezuela la frontera más extensa, con más de 2.219 kilómetros. Esta característica facilita el comercio entre ambos territorios, lo cual propició que históricamente Venezuela fuera uno de los principales socios comerciales de Colombia, alcanzando una porción del 21% de las exportaciones totales del país en 2007. Sin embargo, según cifras del DANE, a febrero de este año representan menos del 1% de las exportaciones totales del país. (Podría interesarle: La Historia del Comercio Exterior en Colombia)
Fuente: DANE *Exportaciones a febrero 2018
Algunos de los principales productos que importaba a Venezuela desde Colombia eran alimentos, bebidas, materias primas para la industria, carne, medicamentos, cosméticos, entre otros. La disminución de estas exportaciones afectó a múltiples sectores económicos, como la industria, el agro y la ganadería. Una recuperación de la economía venezolana significaría un mayor nivel de consumo de los habitantes y una reactivación de la industria, lo cual estimularía el comercio con esa nación, favoreciendo así el crecimiento del PIB colombiano.
Por otro lado, la creciente migración venezolana a Colombia también se ha convertido en una preocupación para el Gobierno Nacional. En 2017 se registraron 550.000 ciudadanos venezolanos en Colombia (sin tener en cuenta las migraciones por zonas no controladas), como consecuencia de la situación que atraviesa el vecino país, la cual no sólo ha obligado a miles de connacionales a regresar a Colombia, sino también a que los venezolanos vean nuestro país como una alternativa para llegar a otros destinos, para quedarse o para adquirir productos de primera necesidad.
La migración ha tenido además efectos negativos en el empleo, la salud y la seguridad en las principales ciudades del país. Desde Venezuela entra mano de obra calificada que compite con los colombianos con salarios inferiores y una preparación similar. Pero el empleo formal no es el único que se ve afectado con este fenómeno; el trabajo informal también aumenta con los inmigrantes que no tienen permiso para trabajar en el país o que no han encontrado trabajo en sus profesiones. (Lea también: ¿Cuál es el Efecto Real de la Migración Venezolana?)
Según cifras del Ministerio de Salud, en 2017 se atendieron 240.727 venezolanos en servicios de urgencias en los hospitales del país, esta cifra es alarmante comparada con los 4.258 del periodo anterior. La mayoría de estos venezolanos no cuentan con seguros médicos y se convierten en un problema financiero para el sector de la salud, que actualmente cuenta con problemas de liquidez por el incumplimiento de los pagos por parte del Gobierno y las EPS. Aunque el Ministerio está desarrollando un plan médico para esta población, la llegada de ciudadanos desde Venezuela, donde los medicamentos son escasos y las condiciones sanitarias han empeorado en los últimos años, también ha disparado las enfermedades como sarampión, rubeola, difteria y diversas enfermedades de trasmisión sexual, afectando la salud de los colombianos y el gasto por parte de la nación en programas para prevenirlas y erradicarlas.
Dada la posesión de un nuevo presidente en Venezuela, el apoyo financiero y humanitario que Colombia le ofrezca puede significar la creación de una alianza estratégica para combatir a los grupos armados al margen de la ley que residen en la frontera colombo-venezolana, los cuales utilizan el territorio del vecino país para ingresar armas, insumos, contrabando y ganado ilegal, y para sacar la droga producida en el país.
Aunque el FMI considera que es muy apresurado proponer un plan y estimar cuanto es el monto indicado para un rescate financiero de Venezuela, para Colombia patrocinarlo resulta ser una buena estrategia en búsqueda de mejorar el comercio exterior, la industria nacional, la tasa de empleo y la calidad de vida de los ciudadanos a través de la recuperación de las buenas relaciones con su vecino y la cooperación entre las naciones. (Artículo relacionado: ¿Hasta Cuándo le Durarán las Reservas Internacionales a Venezuela?)