Tres factores resumen la demora en la llegada de las vacunas: los picos de contagio aumentaron la demanda, algunos países sobredemandaron las dosis al comprar varias veces las que necesitan y se presentan restricciones con las cadenas de producción de las farmacéuticas. El presidente Iván Duque reconoció que el plan de vacunación de Colombia enfrenta riesgos externos e internos que pueden demorar el cronograma, como eventuales limitaciones a las exportaciones de las vacunas desde algunos países, y a nivel interno, la desinformación que podría llevar a las personas a no usar los tratamientos. Moderna ha tenido inconvenientes por déficit de vacunas que ha llevado a incumplimientos que se extendieron por Europa. Pfizer, Astrazeneca y el Instituto Gamaleya han hecho anuncios de que no podrán entregar en las fechas estimadas las dosis para los países con mayores recursos. Más de 85 países con menos recursos no tendrán acceso generalizado a las vacunas contra el coronavirus antes de 2023, puesto que dependen en cierta parte de los suministros de COVAX, que pueden tardar en llegar.
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Si bien desde finales del 2020 el Gobierno colombiano anunció la adquisición de 40 millones de dosis para vacunar a 20 millones de personas, esperando que a inicios de 2021 se tuvieran las primeras vacunas en el país; se ha presentado un retraso en la llegada de las dosis que el Gobierno tiene negociadas por varias razones, incluyendo las decisiones que se han tomado durante la negociación con las farmacéuticas, los resultados de eficacia y seguridad de las vacunas y la incapacidad de producirlas a la velocidad esperada. (A la Espera de la Llegada de la Vacuna ¿Qué Tratamientos para el Covid-19 se han Desarrollado?)
La directora del Centro de Pensamiento en Medicamentos de la Universidad Nacional, Claudia Vaca, mencionó que hay 3 factores que resumen la demora en la llegada de las vacunas: los picos de contagio aumentaron la demanda; algunos países acapararon las dosis al comprar varias veces las que necesitan y los inconvenientes con las cadenas de producción de las farmacéuticas. Es por esto que, aunque Colombia ya aseguró dosis para vacunar a 35 millones de personas, tendrá que enfrentar la escasez mundial de vacunas.
Las negociaciones inicialmente pactadas se realizaron a través del acuerdo con dos compañías que proveerán 20 millones de dosis y mediante el mecanismo COVAX que es en una iniciativa liderada por la OMS que tiene como objetivo asegurar 6.000 millones de dosis para los países menos recursos.
A la farmacéutica Pfizer/BionTech el Gobierno le compró 10 millones de dosis, si bien aún no se conoce el precio exacto, el ministerio de Hacienda aprobó COP $437.000 millones para este contrato. Esta vacuna es la única aprobada por el Invima. A través de AstraZeneca/U. de Oxford y Janssen (Johnson & Johnson) el Gobierno adquirió 10 millones y 9 millones de dosis respectivamente de las cuales se desconoce el precio de contrato. (Herramientas Gratuitas de Seguimiento a la Erradicación del Covid-19). Asimismo, mediante el mecanismo Covax el Gobierno adquirió otras 20 millones de dosis, sin embargo se desconoce de qué laboratorio serán.
El presidente Iván Duque reconoció que el plan de vacunación de Colombia enfrenta riesgos externos e internos que pueden demorar el cronograma, como eventuales limitaciones a las exportaciones de las vacunas desde algunos países, y a nivel interno, la desinformación que podría llevar a las personas a no creer en las vacunas, lo que dificultaría el proceso para reunir a la población y realizar las vacunas diarias que se tienen planeadas.
Frente a si existen riesgos el presidente mencionó que “sin lugar a duda existen riesgos, si hay limitaciones a las exportaciones en algunos países, si algunos países deciden prohibir por completo las exportaciones, se crean barreras, son riesgos que desde luego siempre estarán presentes”.
Estas eventualidades no solo afectan a Colombia, ya que países como Japón también sienten preocupación por la demora en las vacunas y lo que esto implica para el crecimiento económico de este año y para las campañas de inmunización. Si bien Europa aún no ha impuesto restricciones a las exportaciones de vacunas, si contemplan la posibilidad de hacerlo si los envíos a otros países ponen en riesgo los propios suministros al bloque.
La farmacéutica Moderna ha tenido inconvenientes por déficit de vacunas que ha llevado a incumplimientos que se extendieron por Europa, y países como Francia, Italia y Suiza anunciaron en enero que las entregas de la compañía estimadas para febrero no cumplirían con las expectativas. Asimismo, Pfizer, Astrazeneca y el Instituto Gamaleya han hecho anuncios de que no podrán entregar en las fechas estimadas las dosis para los países más ricos.
En la región, países como Chile, México, Costa Rica y Ecuador fueron los primeros en comprar la vacuna y ya recibieron la primera entrega de dosis, sin embargo, también están enfrentándose a estos retrasos, por lo que los gobiernos están en la búsqueda de otras vacunas como la Sputnik V de Rusia.
Francisco Rossi, experto en salud pública internacional y en políticas farmacéuticas expresó que lo que está ocurriendo responde a un modelo en el que las nuevas tecnologías como estas vacunas, se mueven por los intereses del mercado, agregando que “es importante que haya escasez por la disposición a pagar, el argumento es que, si los gobiernos financian la investigación de las vacunas, deberían estar en capacidad de permitir que mucha más gente las produzca”. Ese trancón pone en aprietos a los planes de vacunación de las grandes potencias de la Unión Europea, Estados Unidos o Canadá, que en previsión a las demoras compró vacunas para cuatro veces su población y los países de menor ingreso quedan con una amenaza mayor, más para Colombia, que no ha recibido ni una dosis”.
Si bien desde el Ministerio de Salud afirman que hasta el momento “todo sigue dentro de los tiempos establecidos” refiriéndose a las vacunas que llegarán próximamente a Colombia por el mecanismo Covax, hay quienes afirman que lo que está ocurriendo en el mundo, la demora en la dosis, el acaparamiento de algunos países y el auge de nuevas variantes del virus ponen en jaque esos anuncios.
A nivel mundial, cerca de 7.000 millones de dosis ya fueron compradas siendo Israel el único país donde más de la mitad de su población ya ha recibido al menos una dosis de la vacuna (58%), seguido de Emiratos Árabes (34%), Islas Seychelles (31%) y Reino Unido (15%) según cifras de los ministerios de salud.
Asimismo, el país que mas ha administrado dosis de vacunas es Estados Unidos (32 millones), seguido de China (24 millones), la Unión Europea (13,5 millones) y Reino Unido (10 millones). Sin embargo, estas cifras alentadoras solo se cuentan en los países más ricos, la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) advirtió que un 70% de las vacunas administradas han sido utilizadas en los 50 países con más recursos, mientras que en los 50 países con menos recursos ese porcentaje solo es del 0,1%.
Finalmente, según la Unidad de Inteligencia de The Economist más de 85 países con menos recursos no tendrán acceso generalizado a las vacunas contra el coronavirus antes de 2023, puesto que dependen en cierta parte de los suministros de COVAX, que pueden tardar en llegar, ya que los retrasos en la producción y entrega a los países más ricos retrasan las fechas de entrega para los países más pobres. En el informe se plasma que “Brasil, Argentina, Chile, Perú, México y Costa Rica completarán la vacunación masiva a mediados de 2022; Colombia, Ecuador, Uruguay y Panamá a finales de del mismo año; y Venezuela, Bolivia, Paraguay, Honduras, Salvador y Guatemala de 2023 en adelante”.