Posponer tareas, decir mentiras, ser negativo, llegar tarde a las reuniones, escribir mal los correos electrónicos, estar “pegado” al celular, tener un pobre lenguaje corporal, mantenerse de mal humor, no querer trabajar en equipo, ser muy cumplido para salir del trabajo en la tarde, son algunas razones por las que despiden a las personas; sin embargo, existen tres principales (Hábitos que Pueden Costarle el Empleo).
Un buen jefe es aquella persona que lidera y trabaja con un equipo para el cumplimiento de un objetivo en común. No obstante, si su equipo no está alineado con su liderazgo, debe tomar medidas de cambio que conlleven a que los negocios sean ecosistemas y no campos de batalla. Lo importante, al fin de cuentas es lograr administrar y no controlar, tener compañeros de trabajo, no hijos, generar motivación y que las personas se diviertan con su trabajo (Las Creencias de los Buenos Jefes).
Teniendo en cuenta esto, las tres principales razones por las que un jefe decide despedir a un empleado se concentran en:
Desempeño
Se refiere a aquella situación en la que varias veces el jefe de forma verbal o escrita le ha mencionado a su empleado que su trabajo no está cumpliendo con las expectativas y posteriormente, en una evaluación de desempeño, le informa que la situación debe cambiar. También se da claramente cuando se ha violado alguna de las cláusulas del contrato laboral que generan una terminación inmediata del mismo.
Recorte Forzoso
En esta situación la empresa no está logrando sus objetivos estratégicos y sus finanzas no marchan nada bien, lo que obliga a generar cambios. Normalmente las áreas de las que se prescinde en primer lugar son aquellas de apoyo al negocio, mientras los resultados operacionales cambian. Es de tener presente que el jefe toma la decisión de no contar con aquellos empleados que no considera tan valiosos según su articulación con los objetivos del área.
Eficiencia
Las compañías periódicamente hacen evaluaciones de eficiencias y deciden que las soluciones radican en reevaluar el staff y mover a las personas para identificar quiénes son aquellos que le generan valor a la organización y retirar a los que no lo proveen.
La forma en la que se reacciona ante el despido es un aspecto clave. Las emociones afloran y se pueden tener reacciones adversas. Es de recordar que la persona ahora se encuentra sin empleo, debe salir al mercado a buscar uno y muy probablemente el potencial nuevo empleador preguntará sobre el desempeño de su candidato en la anterior organización.
Artículo desarrollado con información de Inc.com.
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