La isla caribeña, Puerto Rico, incrementa cada vez más la probabilidad de replicar la situación de Grecia debido a sus problemas económicos y su alto nivel de deuda que mantiene con sus acreedores, donde muchos piensan que estos factores conjugados podría generar una profunda crisis en la “isla del encanto”.
Foto: www.sxc.hu (Autor: Noel Abejo)
Durante décadas, Puerto Rico, territorio estadounidense, ha sido sostenido por el gobierno norteamericano mediante bonos federales y subsidios adjudicados por los Estados Unidos. Las condiciones económicas de la mayoría de sus habitantes, son más precarias que el promedio de estadounidense, los cuales han logrado subsistir gracias a los beneficios, pensiones y cupones para alimentación y educación otorgados por Norteamérica. Hasta hace 8 años, la economía puertorriqueña fue impulsada en gran parte por los estímulos fiscales para las empresas de origen estadounidense que decidieran tener su lugar en esta exótica isla. De esta forma, muchas compañías farmacéuticas decidieron migrar hacia esta región, gracias a la desgravación fiscal y beneficios tributarios que obtenían al instalarse en este territorio. No obstante, estos beneficios desaparecieron por decisión del gobierno, y desde el año 2006 la economía puertorriqueña ha venido de capa caída y desencadenando una serie de coyunturas que no han hecho más que causar una recesión en este territorio.
Debido a esta situación, el desempleo en esta isla se disparó, a tal punto que la tasa laboral es más del doble que la registrada en el conjunto de estados norteamericanos, además ante la falta de ingresos fiscales, los fondos nacionales se agotaron, obligando al gobierno puertorriqueño a tener que recurrir a la deuda para poder cubrir sus obligaciones estatales. Pero a tal punto ha llegado el nivel de deuda que esta se duplicó en casi una década, acercándose a los US$70.000 millones, equivalentes a más del 90% del Producto Interno Bruto (PIB), siendo además, el estado con mayor nivel de deuda que cualquiera de los 50 estados que conforman los EEUU. A su vez, el rendimiento de sus bonos se ha incrementado más del 10%, debido a la desconfianza y preocupación que perciben los inversionistas ante la posibilidad de que Puerto Rico entre en default.
Al igual que Grecia, Puerto Rico es un país poco competitivo, su economía ardiendo en llamas y con un país vecino mucho más productivo y rentable, además la economía de la isla caribeña, también está dominada por la ineficiencia del sector público. La similitud entre estos dos países se asemeja tanto, que el nivel de deuda que ambos afrontan, podría generar una situación muchos más caótica generando gran aversión a los inversionistas lo que produciría finalmente un alza generalizada en el costo del endeudamiento para cubrir este déficit fiscal.
Esta peligrosa combinación, falta de crecimiento y elevado nivel de deuda, son una mezcla altamente peligrosa para la salud económica de un país. En este punto, es donde el Gobierno de Puerto Rico, debería tener en cuenta las lecciones que deja la etapa por la que atravesó la economía griega. Por ejemplo, Grecia esperó demasiado tempo para reestructurar su deuda, lo que conllevó finalmente a que las entidades bancarias internacionales tuvieran que intervenir su economía para salvarla. Sin embargo, hay quienes afirman que es poco probable que el Gobierno estadounidense ofrezca préstamos oficiales para tratar de sanear un poco la economía puertorriqueña, debido a que el mismo gobierno fue quien retiro los beneficios económicos para esta isla.
Posibles Salvavidas
La verdad es que las posibilidades que tiene esta isla caribeña para salir de la actual recesión son reducidas debido a la magnitud de su actual coyuntura, sin embargo existen algunas salidas que podrían contribuir a sanear esta economía:
Incremento de Impuestos: Este mecanismo está ejecutándose actualmente bajo la administración del actual gobernador, Alejandro Padilla, quien ha implementado dentro de su política monetaria, un drástico incremento en los impuestos para tratar de cubrir el déficit actual. Además espera con estas políticas, lograr un presupuesto equilibrado hacia el año 2016.
Intervención Internacional: Tal y como sucedió en Grecia, cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) acordó desembolsar 838,8 millones de euros como parte de ayuda para este país en el año 2013, este mecanismo sería algo que ayudaría a la salud fiscal de Puerto Rico. Sin embargo, en este panorama el más opcionado para una posible ayuda sería el gobierno de EEUU, donde muchos analistas ven poco probable tal intervención.
Fortalecimiento del Turismo: Esta es la gran apuesta que implementa el Gobierno puertorriqueño para tratar de levantar su economía. Y aunque el turismo solo representa el 7% del total del PIB de la isla, el gobierno considera que este es una industria vital para recuperar la deteriorada economía de la isla caribeña.
