Cada año, los accidentes de tránsito cobran cerca de 1.25 millones de vidas en el mundo, cifra que puede ascender a 3.6 millones en 2030. El 90% de estos ocurren en países en vía de desarrollo, generando costos de hasta 500.000 millones de dólares y la pérdida de capital humano.
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Los principales implicados son países como España, Argentina o Colombia. La razón por la cual estos eventos ocurre con mayor frecuencia en estas naciones es el mal estado de las carreteras, la falta de educación vial y los sistemas de seguridad deficientes.
Un informe del Banco Mundial titulado “La elevada cifra de lesionados por accidentes de tránsito: Una realidad inaceptable y prevenible”, manifiesta cómo estos accidentes frenan el desarrollo económico de un país, especialmente en aquellos con ingresos medios y bajos. De acuerdo con el informe “las muertes y lesiones por accidentes de tránsito afectan las perspectivas de crecimiento a mediano y largo plazo, al sacar de la fuerza de trabajo a adultos del grupo principal de edad laboral y reducir la productividad debido a la carga de las lesiones”.
El 70% de las víctimas son hombres en edad productiva, lo cual desencadena una serie de consecuencias negativas en efecto dominó, pues estas personas son, en muchas ocasiones, el proveedor principal de la familia; si esta persona no puede trabajar, los hijos son quienes deben hacerlo, generando deserción escolar, prostitución en adolescentes, trabajo ilícito y así se perpetúa el ciclo de la pobreza. Las pérdidas de mano de obra ocasionada por los accidentes de tránsito le quitan crecimiento al PIB en los países en vía de desarrollo de entre 7% y 22% en un periodo de 24 años, según afirma el Banco Mundial.
En promedio, en los países de ingreso bajo y medio, la tasa de mortalidad es de 34 por cada 100 mil habitantes, mientras que en los 35 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), es de 8 por cada 100 mil habitantes.
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El continente africano es la región con mayor tasa de mortalidad por accidentes de tránsito, mientras que las tasas más bajas se encuentran en Europa, donde, pese al aumento de la motorización, se ha logrado reducir este indicador de manera sostenida.
Fuente: OMS
En Colombia, según las cifras de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, Las muertes por accidentes de tránsito totalizaron 462 en enero de 2018.; si bien es una tasa alta, se presentó una reducción de 7% frente a enero de 2017. Las principales disminuciones se presentaron en Santander, Antioquia, Boyacá y Cundinamarca.
El 80% de los países en el mundo no cumple las normas básicas de seguridad. Para América Latina, el llamado de las Naciones Unidas es de reducir un 50% las víctimas en carreteras para el 2020. (Las Amenazas para el Desarrollo Económico de Colombia y América Latina). Para ello, se abordan una serie de recomendaciones, consolidando el trabajo conjunto de gobiernos, entidades del transporte, sociedad civil e industria automotriz.
Algunas realizadas por el Banco Mundial son:
Reducir y hacer cumplir los límites de velocidad. (El Comienzo de la Actualización Vial de Colombia)
Disminuir la conducción bajo los efectos del alcohol.
Incrementar el uso del cinturón de seguridad: cumplir esto, según la OMS, reduce entre 40 y 60% el riesgo de muerte de los pasajeros en asientos delanteros, y entre 25 y 75% de los pasajeros en asientos traseros.
Campañas de sensibilización del público.
Incorporar la seguridad vial en todas las etapas de planificación, diseño y operación.
Invertir en infraestructura vial de eficacia comprobada.
Llevando a cabo estas recomendaciones, se pueden reducir los accidentes de tránsito, lo cual implica un beneficio para la salud pública, el bienestar social y el crecimiento económico del país.