En el caso de Colombia, si bien la llegada de extranjeros a las principales ciudades del país, particularmente a Medellín es evidente, no se puede concluir que se trate de un fenómeno de gentrificación, al menos no a nivel general, sino solo en algunos barrios como el Poblado, que está siendo fuertemente impactado por la ‘turistificación’. En la ciudad se han observado cambios estructurales en el barrio el Poblado que es el más concurrido por extranjeros y se ha presentado una renovación o construcción urbana enfocada en los intereses de estos nuevos habitantes. No obstante, ese fenómeno no se ha observado en otros barrios que también son concurridos por extranjeros, solo por mencionar algunos se encuentra el sector de Laureles, Estadio, La Floresta, La América, San Javier.
Lo que sí se ha evidenciado es una especulación inmobiliaria, puesto que los propietarios de las viviendas responden a estos incentivos y han elevado los precios de los arriendos. La oferta de viviendas se ha incrementado a través de plataformas como Arbnb que es comúnmente usada por extranjeros. El incremento de los precios se ha dado mayormente en barrios con buen acceso a transporte, seguridad y en general, ubicaciones de estratos medios que ofrecen tranquilidad y que ahora se han vuelto altamente costosos para los habitantes y para los nacionales que llegan a la ciudad en búsqueda de radicarse.
El alto precio de las viviendas no sólo se da por la llegada masiva de turistas, sino que también responde a otros factores como la situación económica desatada después de la pandemia, que ha dejado a los países con elevadas inflaciones y que, en Colombia, aún no se ha logrado reducir. Cabe recordar que en el país el precio de los arriendos sube acorde a la tasa de inflación, la cual se ubicó en 13,12% a cierre de 2022.
Otro factor que ha influido en el alza de las propiedades es la falta de oferta y el exceso de demanda que hay en Medellín y en los municipios aledaños, que además no cuentan con un adecuado desarrollo y planeación urbana para manejar una población creciente. En consecuencia, los espacios para construir son limitados y las viviendas existentes se convierten en espacios mucho más costosos por la necesidad que hay en el mercado.
Finalmente, la entrada de turistas al país creció de manera significativa en 2022, rompiendo récord en Medellín con más de 1’400.000 visitantes provenientes de varios países, lo que ha impulsado plataformas como Airbnb, ofreciendo las viviendas como una alternativa turística que ha dejado buenos resultados. Por tal motivo, muchos propietarios están optando por alquilar a través de este medio y por días (rentas cortas), disminuyendo así la oferta de viviendas para habitar (rentas largas).
Es por esto que, si bien hay entrada masiva de extranjeros, que habitan por tiempos en la ciudad, aún no se puede hablar de gentrificación. Sin embargo, la situación sí desvela los retos que tiene Medellín y el país en cuanto a problemas habitacionales, al desarrollo de ciudades planificadas y a la manera en que se quiere desarrollar la ciudad sin afectar a los ciudadanos.
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