Hoy en día, la Semana Santa, más que una celebración religiosa es aprovechada por las personas como una época de descanso y vacaciones, sin embargo, está lejos de compararse con temporadas como las vacaciones de mitad de año o las decembrinas. Los determinantes de este comportamiento son su duración y los cierres de los ciclos académicos que en educación básica son anuales, mientras que en la educación superior son semestrales, a lo anterior se le suman los temas salariales, como el caso de las primas.
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Con este preámbulo, se tiene que el presupuesto destinado al turismo es uno de los primeros que disminuyen o se pierde cuando los ingresos no alcanzan a cubrir los gastos fundamentales. Si bien, no se puede argumentar que esta es una medida directa de la situación económica por la que atraviesa un país, indirectamente permite hacerse una idea de la coyuntura económica. La lógica de este razonamiento se encuentra en que se puede dejar de viajar, pasear o incluso posponer una visita a un lugar o familiar, pero no ocurre igual con los gastos destinados a la supervivencia.
De esta forma, observando el comportamiento de los pasajeros movilizados en el país en las últimas cuatro semanas santas, se puede ver que la variación registrada en 2015 y 2016 respecto al año inmediatamente anterior fue mayor que la variación registrado en 2017. Esto es una prueba de que ante condiciones adversas, como las que presentó la economía del país en 2017, que cerró con el peor crecimiento del PIB en los últimos ocho años, una de las actividades que primero se suspenden son los viajes de turismo (Ver: ¿Por qué los Tiquetes de Avianca No han Bajado de Precio?).
A lo anterior se le suma, viéndolo desde el punto de vista de viajes intra nacionales, que en 2017 ya se encontraban nuevas aerolíneas disponibles para el turismo, dado el proceso de paz que celebraron el Gobierno Nacional y las extintas FARC. Luego la movilidad turística debió ser mayor.
Fuente: Aeronáutica Civil. Elaboración de Sectorial.
Ahora bien. Según los últimos resultados de las encuestas y la opinión de analistas, la economía nacional se encuentra en una etapa de recuperación, marcada por el incremento en el precio del barril del petróleo, la baja en las tasas de interés y la llegada de capital extranjero para diversos sectores, aparte de los nuevos mercados que han encontrado los productos del agro, permitiéndoles incrementar su volumen de exportaciones. Comparando estas perspectivas con el registro histórico de los pasajeros movilizados desde los principales aeropuertos de Colombia, la semana santa de 2018 debe mostrar un incremento de pasajeros y turistas, esta sería una de las primeras señales de recuperación económica, aunque es absoluta, dado que se trata de un proceso paulatino. De no ser así, lo que sí se podría inducir es que la recuperación económica no es tan cierta como se afirma, dado que la decisión de viajar proviene de la capacidad del bolsillo de cada ciudadano, una acción netamente microeconómica que se encuentra enmarcada por las condiciones macroeconómicas (Ver: Avanza el 2018 y el Panorama Económico Mejora).
