Construir un plan de negocios lleno de tecnicismos es un trabajo que nunca se realiza, mientras que soñar sobre el futuro deseado para un negocio es la verdadera planeación estratégica que requieren las organizaciones.
Foto: www.sxc.hu (Autor: sheela2010)
¿Por qué los planes de negocio nunca toman vida? ¿Por qué casi todos ellos, una vez escritos, se archivan y recogen polvo, mientras que los futuros nunca ven la luz del día, y los negocios desarrollan su camino hacia un futuro incierto?
Un plan de negocios tradicional está centrado en la cabeza. Es un ejercicio en el que los dueños del negocio piensan en lo que deben hacer y suele precipitarse por uno de los siguientes dos pensamientos:
Es mejor escribir un plan de negocios, porque eso es lo que hacen las empresas exitosas.
Debemos desarrollar un plan de negocios si queremos salir a pedir un préstamo.
Estos planes en teoría tienen todas las características de un negocio inteligente; al ser reflexivos, analíticos, completos y decisivos. Sin embargo, la realidad muestra que no funcionan. Un plan que se inicia en la cabeza, con la lógica, la razón y el pensamiento, carece de la pasión, el entusiasmo y el propósito. Un plan que comienza con la suposición de que ha sido capaz de captar y dar cuenta de todos los cambios relevantes que van a suceder en el futuro es obsoleto antes de que sea escrito.
El plan de negocios que siempre funciona inicia desde un lugar diferente con un conjunto de supuestos operativos distintos. Se parte de un enfoque centrado en el corazón, lo que significa que comienza con experimentar con los sentimientos que se tienen. Este no solamente tolera el cambio, sino que depende de este como factor clave para el futuro del negocio.
Para construir este plan de negocios se debe tener presente los sueños. ¿Cómo nos imaginamos esta empresa?, ¿cómo queremos que sea? Se debe soñar con la visión de la compañía. ¿Por qué se quiere construir?, ¿quién se beneficiará?, ¿qué significará para el mundo? Sólo después de entender estas cosas, se puede escribir cualquier tipo de plan táctico que realmente permite llegar a ese objetivo.
La verdadera diferencia entre el plan de negocios que siempre funciona y el tradicional se encuentra en la forma en la que se piensa y se siente frente a este, lo cual radica en la actitud y su relación con el plan que va a hacer toda la diferencia.
*Artículo desarrollado con información de Inc.