La “teoría del más tonto” es una expresión frecuentemente usada en los mercados bursátiles. Esta consiste en que siempre existe alguien “más tonto” que está dispuesto a comprar ciertos activos financieros por un valor más alto, teniendo en cuenta que, al momento de la compra, estos bienes ya se encuentran sobrevalorados. Esta teoría será factible siempre que exista arbitraje, es decir, que se pueda sacar una ventaja de una diferencia de precios. Sin embargo, si no se logra vender antes de que el precio del bien disminuya, no habrá personas “más tontas” que el vendedor.
Esta práctica conlleva a la creación de burbujas especulativas, pues, estas son entendidas como el crecimiento del precio de los activos de manera exponencial, tanto que llega a superar su valor esencial (Qué es la burbuja financiera y cómo afecta las inversiones). Este comportamiento, según la teoría económica, es irracional, porque no tiene sentido comprar un bien que ya está sobrevalorado. Sin embargo, la racionalidad detrás de la teoría del más tonto, plantea que, de hecho, este comportamiento si es racional y rentable, pues, siempre habrá alguien dispuesto a comprar a un alto precio. En este sentido, para aquel que invierte será de vital importancia saber cuando entrar y retirarse sin llegar a ser el más tonto. La formación de burbujas genera un desequilibrio en los mercados bursátiles, además que conlleva a la pérdida de confianza en el mercado por parte de los consumidores.
Lo que más preocupa a los economistas es que ante la creación de una burbuja en algún segmento económico, esta solo será identificada una vez reviente. Sin embargo, para contrarrestar el efecto que estas podrían tener sobre el escenario económico, se pueden identificar bienes que sean muy comerciales o que se vendan con mucha facilidad en los mercados. Otra señal de alerta puede ser la entrada de especuladores amateur a los mercados bursátiles. Finalmente, a partir de las burbujas especulativas que se han evidenciado en los mercados históricamente, los analistas expertos en este tema han logrado identificar algunos aspectos comunes, estos son:
1- Se identifica un producto o activo que se vuelve popular de forma irracional
2- Este producto es percibido como una innovación, de esta manera, a los consumidores se les incrementa la urgencia de comprar o invertir, con la finalidad de obtener beneficios.
3- Se trata de una inversión volátil, pues su valor puede cambiar con gran facilidad.
4- En el ambiente persiste una sensación de que la inversión es demasiado buena para ser verdad.
Sin embargo, también es importante resaltar, que las burbujas no necesariamente son ocasionadas por decisiones especulativas, ya que, también pueden ocasionarse a partir de tendencias y modas dentro de los diferentes mercados. Esta conducta es llamada el comportamiento gregario. Esta teoría sostiene que los inversionistas son como un banco de peces y siguen un comportamiento gregario, es decir, van hacia donde se dirigen los demás sin una organización o coordinación.
El riesgo de este comportamiento radica en que, si la inversión no es viable, seguirán sumándose personas, incrementando el valor del bien hasta el punto de no ser sostenible. Este comportamiento se considera irracional, pues, los individuos no investigan acerca de sus inversiones y hacen caso a inversionistas que se hacen llamar expertos. Sin embargo, esta conducta es natural de los seres humanos, pues se ha comprobado que las personas tienden a seguir modas y prácticas popularizadas, las cuales varían según la época y el contexto social, cultural y económico.
Algunos eventos específicos que contribuyen a la formación de burbujas especulativas son:
1- Un bien o producto que se vuelve popular por la creencia de que genera grandes rendimientos.
2- La confianza ciega de personas que creen en “expertos” financieros, lo que conlleva a la euforia colectiva y empujan al mercado a una dirección poco viable.
3- Las oportunidades de créditos baratos, esto profundiza el efecto de la burbuja pues se hace uso de una mayor cantidad de recursos para financiar esta inversión.
4- La falta de memoria financiera, pues las personas si tienen conocimiento de otro tipo de burbujas, sus causas y evolución, pero, es muy fácil ignorarlas y se vuelven a cometer los mismos errores.
5- El sentimiento de escasez causado por la falta de respuesta y en el suministro de la rentabilidad. Lo que, curiosamente genera un incremento en la demanda de dicho bien causando el incremento en los precios de estos bienes.
En conclusión, este tipo de comportamientos son altamente riesgosos, tanto para los inversores como para los mercados, pues pueden causar el desequilibrio de la economía y la pérdida de capital por parte de los individuos. A pesar de que la teoría del más tonto simula un gran número de inversores que se beneficia y un solo “tonto” que pierde su capital, en la realidad, se ha demostrado que como consecuencia, la mayoría de las personas hace parte del grupo de los perdedores, como ha pasado recientemente con la caída de las criptomonedas o los NFT. Por su parte, la teoría del comportamiento gregario, si refleja un gran número de personas que se ven afectadas por la situación del mercado.