La empresa Grasas Elaboradas de Colombia, más conocida como Grasel, estaba usando la marca Margarina La Nueva Fina en el mercado, lo cual presenta una clara similitud con la marca La Fina, propiedad de Grasco. Con el fin de proteger la marca, esta última entidad decidió presentar a la Superintendencia de Industria y Comercio el recurso en la Delegatura para la Propiedad Industrial.
Fernando Triana, socio de Triana, Uribe y Michelsen, firma defensora del demandante, resaltó: “Grasco, empresa líder en el mercado de aceites y grasas vegetales raramente llega a estas instancias para proteger a su marca; en este caso se presentaron medidas cautelares y de usurpación de marca. Creemos que es algo muy positivo ya que sienta un precedente para mercados de grasas y aceites, pues toda referencia que se haga a La Fina fue totalmente prescrita por la autoridad legal dada la capacidad de asociación el público consumidor con la marca La Fina”.
Pese a que Grasel argumentó que “la fina” se refería a la calidad del producto y no al nombre, la superintendencia terminó por proteger en definitiva a La Fina por su larga trayectoria en el mercado nacional y conocida por el jingle de “La Fina, la margarina”.