Factores como la baja rentabilidad, la presencia de enfermedades (pudrición del cogollo), altos costos de producción y menor producción, generaron que en 2018 el sector aceite de palma presentara un comportamiento débil respecto a 2017.
En un informe de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma, Fedepalma, se detalla que “las ventas locales fueron de 708.000 toneladas entre enero–noviembre, una disminución del 5% frente al registrado en 2017”. Por su parte, el consumo fue de un millón de toneladas, equivale a 20 kg per cápita. En cuanto al comercio internacional, “las importaciones de aceites de palma aumentaron 96.000 toneladas para el período enero–noviembre de 2018, llegando a 273.000 toneladas. Y las exportaciones llegaron a 775.000 toneladas, representando un aumento de 3% respecto al 2017”.
Respecto a los precios internacionales presentaron su caída más pronunciada en la última década, debido a los altos niveles de inventarios en el Sudeste Asiático que son los mayores productores a nivel mundial.
*La distribución de las ventas totales de aceite crudo de palma se dirige en 52% al mercado externo y 48% al local.