La crisis de Hidroituango generó que comerciantes, inversionistas y ganaderos de Caucasia, abandonaran la zona. El alcalde, Oscar Aníbal Suárez, aseguró además que por miedo a la creciente en el río Cauca, los productores arroceros dejaron de sembrar 18 mil hectáreas del cereal en el primer trimestre.
“El tema agrícola se cayó porque los bancos no prestan, hay miedo de que eso se vaya a venir; los ganaderos tienen miedo, el ganado que se podía tener en partes bajas ya no se tiene ahí, por miedo… a los empresarios les sale más caro tenerlo en partes altas por pago de pastos y fincas privadas”, declaró Suárez.
Por su parte, la Secretaría de Hacienda de Caucasia, reportó pérdidas de más del 35% en el comercio. Muchas de las familias han migrado al Valle de Aburrá por la falta de empleo, el narcotráfico, la violencia y la falta de confianza frente a la estabilidad de la construcción de la hidroeléctrica.
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