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La Asociación Colombiana de Semillas informó que el uso ilegal de la semilla de arroz alcanzó el 85% en 2018, generando bajos rendimientos para el sector, pérdida de competitividad y un alza en los costos. Leonardo Ariza, gerente general de Acosemillas, dijo que “llegó la hora de cambiar las malas prácticas, es hora de que los productores hagan cuentas y opten por la semilla certificada para que vean los buenos resultados y la mejora en la economía”.
En este orden de ideas, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), advirtió que quienes utilicen semillas no certificados pueden enfrentarse a sanciones pues esto pone en riesgo la producción nacional del arroz, ya que no se aprovecha el potencial de éxito de la semilla certificada que puede ser 40% mayor en producción, con alta calidad fitosanitaria y representando un menor uso de agroquímicos. “Invito a comercializadores de semilla y productores para que sean legales con el campo, usen semilla certificada”, manifestó la Gerente del ICA, Deyanira Barrero.
De otro lado, el gerente general de Fedearroz, Rafael Hernández, afirmó que “el uso de semilla certificada es el primer paso de todo un componente tecnológico, muchas veces los agricultores solo miran el precio de la semilla certificada, pero no se dan cuenta de que al usar Paddy como semilla, los volúmenes que necesitan para sembrar son sustancialmente mayores”.