Las Aseguradoras; en la Mira por Auge de Corrupción

Según la Federación de Aseguradoras Colombianas, Fasecolda, durante los primeros once meses de 2016 el sector pagó siniestros por 174.000 millones de pesos. Este tipo de hechos circula alrededor del mal que desborda al país: la corrupción. La situación emerge dado que ante alguna novedad, como un incumplimiento, la seguradora debe responder, aun si se comprueba corrupción. Aun así, existe la sensación de que nadie responde cuando se presentan descalabros en grandes obras contratadas.
El presidente de Fasecolda, Jorge Humberto Botero, explica las dos posibilidades que se están presentando en la actual coyuntura. Por un lado, se puede presentar la declaratoria de caducidad que dispara la responsabilidad por incumplimiento y por ende produce la cobertura del asegurador. Por otro, se puede dar la sustitución o cesión del contrato de la posición contractual, en cuyo caso no se genera incumplimiento, o puede darse la nulidad del contrato. Sobre este tema las compañías de seguros a veces intervienen antes del incumplimiento, para evitar que sea declarado por la entidad pública, con el fin de mitigar las responsabilidades que sobre la compañía de seguros recaen.
La crítica al sector recae en que se han presentado casos donde las pólizas de cumplimiento parecen no cumplir el objetivo de respaldo y garantía para que el proyecto sea ejecutado en su totalidad. Expertos señalan que no se trata solo de responder ante un incumplimiento y que no necesariamente de asegura todo un proceso, por lo cual algunas veces se presentan méritos para discutir la decisión de cobro y responsabilidad.
Por ahora, los mayores golpes están apareciendo por el lado del sector civil. Sin embargo, se desconoce el dato exacto sobre el porcentaje de pagos de las aseguradoras asociadas a dicho sector. Lo que sí es claro, es que no se trata de falta de recursos, ya que el valor de las reservas técnicas brutas de las compañías de seguros al cierre de noviembre fue de 40,8 billones de pesos, de los cuales 28 billones correspondieron a las compañías de seguros de vida y los restantes 12,8 billones a las compañías de seguros generales.