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Las importaciones de etanol desde Estados Unidos se multiplicaron por nueve entre 2016 y 2018, al pasar de 18 millones de litros de bioetanol en 2016 a 178 millones el año pasado. En el acumulado hasta julio de 2019 los ingresos del combustible al país superaron los 160 millones de litros poniendo en una situación bastante incómoda a la industria nacional a la que le queda difícil competir con un producto altamente subsidiado en el país norteamericano.
Como medida de protección a la industria nacional se había establecido el pago de un derecho compensatorio de 9.36% sobre las importaciones de etanol procedentes de Estados Unidos pero la normatividad que reglamenta este derecho perdió vigencia el pasado 8 de septiembre y los gremios reclaman que se incremente el porcentaje para que la industria local pueda ser competitiva.
El presidente de Fedebiocombustibles, Jorge Bendeck, ha sido reiterativo en las peticiones del gremio, “le hemos solicitado al Gobierno la imposición de medidas compensatorias al bioetanol de maíz de los Estados Unidos. No queremos que se prohíban las importaciones, sólo exigimos que se den las condiciones para competir en igualdad de condiciones y no con un producto altamente subsidiado que distorsiona el mercado local”.