Según el último informe de la Superintendencia Financiera de Colombia los acuerdos establecidos entre empresarios y bancos comerciales terminan perjudicando a los empleados. La razón está en que las cuotas de manejo de las tarjetas de crédito y las cuentas de ahorro son muy altas y no hay indicios que las condiciones puedan cambiar.
La práctica se ha vuelto habitual, sobre todo en las tarjetas débito, donde bancos como el de Occidente y Caja Social son los de mayores tarifas con promedios sobre los 10.550 pesos por cliente. En orden, siguen Bancolombia con 10.490 pesos, y AV Villas y Corpbanc con 10.360 y 10.300 pesos, respectivamente.
El problema de estas tarifas es que los empleados han perdido poder de elección dado que las empresas arman acuerdos con las instituciones financieras que terminan causando rigideces en la movilidad de los empleados y a su vez limita la competencia y libre elección. La excusa está en que la bancarización en el país es baja, sin embargo este tipo de sucesos parece ser un factor que la desincentiva.
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