Asombrados quedaron algunos analistas, luego que la Junta del Banco de la República dejara estable la tasa de intervención en el mes de enero, pero la redujera para el cierre de febrero en 25 puntos porcentuales, al pasar de 7,5% a 7,25%. Según la decisión tomada por los miembros participes de la reunión, la variación se ve justificada por los choques transitorios de oferta, el crecimiento de la demanda externa, el bajo crecimiento económico de 2016 y las expectativas del IPC.
Juan José Echavarría, gerente general del Banco de la República, recientemente posicionado en el cargo, expresó que la intensión es alcanzar la meta de inflación tratando de no golpear la economía. Sobre este tema el optimismo aumenta al registrarse en enero una disminución consecutiva por sexto mes. Mientras tanto, Mauricio Cárdenas, ministro de Hacienda y Crédito Público, aseguró que la medida beneficia a los consumidores financieros al reducir el costo de los créditos. En la misma dirección declararon la Asobancaria, Fedesarrollo y Guillermo Botero, presidente de Fenalco.
Sin embargo, otros expertos en el tema aseguran que la expectativa sobre la estabilidad de la tasa de intervención provenía que apenas en febrero se vería reflejado el impacto de la reforma tributaria. Queda ahora esperar el resultado del IPC, el cual seguramente tendrá un incremento que no estaría en sintonía con la decisión del Banco de la República, que fue tomada en ausencia de uno de sus miembros, Gerardo Hernández, quien se desempeñaba como superintendente Financiero y que ahora reemplaza a Carlos Gustavo Cano.
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