Desde 2015 inició en Colombia el debate sobre el impuesto a las bebidas azucaradas, a raíz de la propuesta del Ministro de Salud, Alejandro Gaviria, que planteaba la posibilidad de aumentar los impuestos sobre este tipo de productos. Las opiniones frente al tema se encuentran divididas.
Varios países se han sumado a la iniciativa, pues además de considerar que tiene beneficios sobre la salud de la población, contribuye a la generación de recursos fiscales. Organizaciones como Educar Consumidores, que han estudiado las consecuencias del consumo de este tipo de productos sobre el bienestar de la población, señalan la urgencia de tomar medidas al respecto, promoviendo la fijación de un impuesto de 30% a las bebidas azucaradas. En Colombia se ha propuesto que este impuesto sea de 20%, lo que generaría entre 2 y 3 billones de pesos en ingresos fiscales.
Por su parte, hay quienes consideran que el impuesto a las bebidas azucaradas no contribuye a la disminución del consumo. Katherine Rich, directora ejecutiva del departamento de alimentos de Nueva Zelanda quien ha realizado análisis frente al tema, señala que en países como Francia y México donde se ha establecido el impuesto, no se observa un cambio considerable en los hábitos de consumo, pero si una afectación importante al bolsillo de los consumidores.
*Actualmente Francia, Bélgica, Hungría, México y recientemente Reino Unido han aprobado la implementación del impuesto a las bebidas azucaradas.
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