Roberto Vélez Vallejo, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, aseguró que se están utilizando nuevos elementos como material genético proveniente de Etiopía para mejorar la calidad del café y añadió que la política de generar variedades resistentes a la roya es algo que favorece mucho el producto colombiano. Además, dijo que gracias a que no es necesario utilizar plaguicidas contra esta enfermedad, los caficultores del país pueden ahorrar cerca de 200 millones de dólares al año a la vez que cuidan el medio ambiente, pues se evita la liberación de más de un millón de litros de agentes contaminantes.
Actualmente se adelanta un plan para reconstituir las variedades Cenicafé 1 y Castillo Zonales, las cuales cuentan con unos genotipos adicionales que las hacen más resistentes y durables, manifestó el director de Cenicafé, Álvaro Gaitán. Colombia es el único lugar del mundo en el que se enlaza el mejoramiento con la producción de semillas, lo que permite entregar a los caficultores aproximadamente 120 toneladas semillas cada año, con lo que ellos pueden generar cerca de 300 plantas nuevas de café.