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El impacto mundial generado por el coronavirus está poniendo en riesgo al sector cafetero por presiones que se materializan tanto desde la demanda como la oferta.
Por el lado de la demanda, a pesar de que el precio ha incrementado en los últimos días, impulsado por las compras de pánico de las familias, el cierre de restaurantes y cafeterías terminará compensando el efecto y disminuyendo la demanda agregada. Por el lado de la oferta el riesgo es aún mayor, pues las restricciones a la movilidad de las personas están reduciendo la disponibilidad de mano de obra para la recolección de la cosecha, y las condiciones en las que esta se realiza también pondrían en riesgo de contagio a quienes estén dispuestos a ejecutarla.
En Brasil, el impacto podría no ser representativo, dado el grado de automatización del proceso, pero en Colombia y Perú, donde prima la recolección manual, podría poner en riesgo la cosecha, aunque apuestan por poder emplear la mano de obra que ha sido liberada en otros sectores de la economía.
