Una fuerte discusión se ha presentado en los últimos días vinculada al sector carbonífero. Se trata de la contaminación que genera el paso del tren cargado de carbón desde las minas del centro del Cesar hasta los puertos del Magdalena; específicamente a la altura del municipio de Bosconia, donde habitan cerca de 31 mil habitantes.
La situación parte del polvillo que generan los vagones cargados de carbón cuando pasan por Bosconia y el cual afecta a 3 mil familias que viven a lo largo de la línea férrea. A lo anterior, se le suma el hecho que el número de vagones cada vez es mayor, pasando de 120 a 150. La otra queja, está vinculada con el ruido que genera el paso del tren y para lo cual la concesionaria instaló unas barreras que no han servido para nada, según el Comité de Veeduría Ciudadana, CVC, sin embargo Corpocesar había dicho que sí.
En este embrollo, la ciudadanía pide que haya un acuerdo entre la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, entidad representante del gobierno y Ferrocarriles del Norte de Colombia, Fenoco, la concesionaria administradora; sobre la construcción de una variante fuera del casco urbano y que según el Ministerio de Ambiente, con resoluciones de 2008 y 2009, es la única solución de fondo al problema.
Afirma el CVC, que de igual forma la Corte Constitucional ordenó garantizar el derecho a la salud y la tranquilidad a los pobladores, pero la concesionaria les responde con la amenaza de montar una segunda línea paralela a la actual. Adicional, se está incumpliendo una tutela que ganaron las familias del barrio La Estación y que fue interpuesta por los problemas de contaminación, movilidad e inseguridad que se da por la división del sector.
Una fuerte discusión se ha presentado en los últimos días vinculada al sector carbonífero. Se trata de la contaminación que genera el paso del tren cargado de carbón desde las minas del centro del Cesar hasta los puertos del Magdalena; específicamente a la altura del municipio de Bosconia, donde habitan cerca de 31 mil habitantes.
La situación parte del polvillo que generan los vagones cargados de carbón cuando pasan por Bosconia y el cual afecta a 3 mil familias que viven a lo largo de la línea férrea. A lo anterior, se le suma el hecho que el número de vagones cada vez es mayor, pasando de 120 a 150. La otra queja, está vinculada con el ruido que genera el paso del tren y para lo cual la concesionaria instaló unas barreras que no han servido para nada, según el Comité de Veeduría Ciudadana, CVC, sin embargo Corpocesar había dicho que sí.
En este embrollo, la ciudadanía pide que haya un acuerdo entre la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, entidad representante del gobierno y Ferrocarriles del Norte de Colombia, Fenoco, la concesionaria administradora; sobre la construcción de una variante fuera del casco urbano y que según el Ministerio de Ambiente, con resoluciones de 2008 y 2009, es la única solución de fondo al problema.
Afirma el CVC, que de igual forma la Corte Constitucional ordenó garantizar el derecho a la salud y la tranquilidad a los pobladores, pero la concesionaria les responde con la amenaza de montar una segunda línea paralela a la actual. Adicional, se está incumpliendo una tutela que ganaron las familias del barrio La Estación y que fue interpuesta por los problemas de contaminación, movilidad e inseguridad que se da por la división del sector.
Déjanos tus datos para recibir un informe gratis del sector