Nuevos desarrollan generan mayor dinamismo al sector cementero con un portafolio más diversificado. Esta vez se trata de un equipo de científicos de la Universidad de Konstanz, en Alemania, que permitieron la construcción de un cemento resistente a las fracturas, basado en la nanoestructura del erizo de mar. Las espinas de este espécimen están hechas de calcita, en su mayoría, un material muy quebradizo y frágil.
De acuerdo con esta lógica, los profesionales sintetizaron con éxito un cemento a nivel nanométrico, con base en la forma en que la naturaleza optimiza los materiales con una arquitectura de estilo “pared de ladrillo”.
Con esto, las posibilidades que se abren a la construcción son completamente nuevas. Un pilar hecho con este material podría construirse con una altura de 8 mil metros, antes de que el material de su base sea destruido por su peso. Esto significa 5 mil metros más de los que se pueden alcanzar hoy en día.
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