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El panorama para este año no es del todo alentador para los productores latinoamericanos de cemento debido a las expectativas de ralentización de los segmentos de construcción de obras civiles en países como Brasil, Chile y México. Para el caso brasileño, pese a los proyectos de infraestructura que se están promoviendo desde las administraciones federales y regionales, no hay expectativas de crecimientos considerables en la demanda porque aún restan varios meses para el inicio de las obras.
Para el caso mexicano las obras públicas que se han anunciado no generarán una mayor demanda del insumo por lo que se espera que el nivel de demanda se mantenga al nivel de años anteriores y en Chile las manifestaciones sociales de los últimos meses han obligado a paralizar obras y a frenar nuevas inversiones a la espera de indicios más firmes del comportamiento social, político y económico.
Según información presentada por el portal BN Américas, el analista sénior de Fitch, Gilberto González, manifestó en relación al consumo de cemento que “creemos que la precaria actividad de construcción en México y Brasil conduce a una débil recuperación de la demanda (…) se espera que la demanda de cemento en Argentina se contraiga, mientras que los frágiles entornos políticos plantean riesgos para la demanda en Chile, Colombia y Perú”.