Así se desprende de un informe elaborado por 20 de los mejores científicos de Estados Unidos, quienes después de varios años de investigación no han encontrado evidencia para señalar que estos cultivos sean nocivos para la salud o el medio ambiente.
Tras revisar 20 años de literatura científica, que incluye informes, observaciones de expertos, ponencias de activistas y comentarios recibidos por la Academia Nacional de Ciencia, Ingeniería y Medicina, los científicos no encontraron grandes diferencias entre los alimentos transgénicos y los convencionales que representen riesgos para la salud, lo mismo sucedió en el análisis de los efectos en el medio ambiente, donde por el contrario se resalta la oportunidad que ofrecen los cultivos transgénicos frente al cambio climático, pues es posible crear cultivos resistentes a las condiciones ambientales adversas.
En el caso de la agricultura, cultivos transgénicos como la soya, el algodón y el maíz presentan efectos positivos para los productores que han implementado su uso, debido a los favorables resultados económicos.
Por su parte, los activistas contra los transgénicos ponen en duda la veracidad del informe, pues consideran que hay un conflicto de intereses entre la academia y las grandes compañías tecnológicas y de agricultura, pues estas financian actividades investigativas y ofrecen patrocinio a los científicos.
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