Las Fuerzas Militares de Colombia, FF.MM., se han convertido en un canal de comunicación estratégico entre el gobierno nacional y las comunidades más aisladas del país en el proceso de sustitución de los cultivos ilícitos. Un claro ejemplo se observa en el Alto Vichada, específicamente en las comunidades de Güérima, Chupave y Puerto Príncipe, donde a partir del 2012 por iniciativa de las FF.MM. y en especial de la Fuerza Aérea, se inició el proyecto de sustitución de los cultivos de coca. En el proceso, los campesinos optaron por el cacao, al tratarse de una planta que crece de manera natural en ese clima y suelo, almacenable fácilmente por largo tiempo y ser un producto de alta demanda.
De esta forma, el proyecto en su primera fase entrega los primeros resultados: 3.000 kilos de grano de cacao de alta calidad, cuya compra estaba garantizada, debido a un acuerdo intermediado, una vez más por las FF.MM., entre la recolectora de productos rurales, PROAGRO y una reconocida procesadora de cacao en el país. El acuerdo incluye el pago de precio justo según la bolsa de valores, pago del flete, plan de cosecha para apoyar a las familias y anticipos para que los campesinos compren los equipos necesarios, como camiones. La acción empieza a generar dinamismo en la región que era conocida como el Triángulo Negro, debido a la fortaleza que tenía el narcotráfico. En el proceso de transporte, la Fuerza Aérea de Colombia, FAC, se encarga de llevar la cosecha de 248 familias desde la zona selvática hasta las zonas centrales.
En la segunda fase del proyecto y ya con el apoyo del gobierno a través del plan de Desarrollo Integral del Alto Vichada establecido desde el 14 de octubre de 2016, se espera iniciar la destrucción de las plantaciones de coca que fueron permitidas mientras las plantas de cacao, donadas por la gobernación del departamento, iniciaban su proceso productivo. Dichas tierras servirán para ampliar las hectáreas productoras de cacao que ya van en 183, al tiempo que se injertaron 108.710 plantas.
Por ahora el plan de apoyo gubernamental tiene dos componentes: dinero en efectivo para preparar la tierra para el cultivo, y un proyecto productivo de corto plazo que acompaña al cultivo principal, como plátano, maíz o arroz, cuyas cosechas pueden ser consumidas o comercializados en la región. En este sentido la permanencia de las Fuerzas Militares ha sido determinante, pues inicialmente ningún técnico perduraba en la región, ahora el proyecto está articulado por el Grupo Asesor del Comandante, GAC, del ministerio de defensa que se entiende con la gobernación, la procesadora, la comunidad y la ONU, que actúa como organismo verificador.
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