La producción de cacao, insumo directo del sector de los chocolates y la confitería, presentó un crecimiento en producción importante para el primer trimestre del año, con 14.672 toneladas registradas, un 29% por encima de la producción del primer trimestre de 2016, año que cerró con una producción total superior a las 56 mil toneladas, generadas en 180 mil hectáreas sembradas, 15 mil más que las sembradas en 2015. Este comportamiento, tanto en producción como en hectáreas cultivadas, se debe a que el cacao ha sido asumido por el gobierno nacional como la principal alternativa de sustitución de cultivos ilícitos, confiando en que alcance un nivel como el que tiene el café.
Fuente: Sioc
Fuente: Pixabay
La tarea es compleja si se tiene presente que los productores del grano poseen en promedio tres hectáreas, tienen bajos niveles de tecnificación y productividad. Aun así, la apuesta sigue en pie y las motivaciones son amplias. Por un lado, la demanda global de cacao es creciente y cada vez dista de la oferta, lo que deja ver el potencial de comercialización que tiene el producto. Por otro lado, el cultivo de cacao, por sus características en siembra, cuidados, cosecha y procesamiento primario, facilita la participación de las mujeres en la actividad económica, lo que se traduce en inclusión a nivel de género. Como punto adicional, el grano es fácil de almacenar, por lo que no representa un peligro en el corto plazo, como otros productos perecederos.
Los avances se observan no solo en materia de produccción y cultivos, también en materia genética, donde ya se registran diez clones de cacao de alta productividad, ocho de ellos en manos de Fedecacao y dos de Corpoica. De estos, cuatro son del catálogo santandereano y cuatro del araucano, ambos declarados de fino aroma y sabor, y ya se están sembrando en varias regiones del país que cumplen con los requisitos agroclimáticos. Uno de estos clones es conocido como el TCS 01, que es autocompatible, forma el kilo con 9 mazorcas y no 20 como ocurre con los cultivos sin técnica, cuenta además con un índice de almendra de tres gramos en promedio, es de alta calidad y fino, con sabor a nuez, se adapta a todas las áreas agroclimáticas y su uso se encamina a la alta chocolatería fina.
Con la masificación de estas innovaciones, el país espera aumentar la productividad del cacao, cuyo promedio está entre 350 y 400 kilos por hectárea al año. Luego para esto hay que tecnificar, genetizar y modernizar las plantaciones, con el fin de lograr hasta 1.500 kilos por hectárea anual. De esta manera, se podría hacer frente a la escasez mundial del grano que se proyecta para 2020 y en especial a las de fino sabor y aroma, que es el que se produce en Colombia y que además es catalogado como el de mejor calidad del mundo. Por esta razón, la meta del plan Colombia Siembra es alcanzar las 60 mil nuevas hectáreas cultivadas al cierre de 2018, meta de la cual se registra un avance del 17%.
Adquiera el informe completo del Sector Chocolate y Confitería Aquí.
Sectores relacionados: bebidas, café, comercio, lácteo
