La gran volatilidad que muestran los precios del barril de petróleo tipo Brent, que ha estado por encima de los US$100 en el último mes (consecuencia de la guerra Rusia – Ucrania), es un factor que debería haber presionado al incremento de los precios de los combustibles líquidos en el país. Sin embargo, la tarifa del galón de gasolina, así como la de diésel, se ha mantenido estable entre enero y marzo, lo que ha permitido que su consumo se mantenga.
“El país cuenta con el Fondo de Estabilización de Precios a los Combustibles (FEPC) que es un mecanismo para proteger al usuario final de la alta volatilidad en la cotización del petróleo a nivel internacional. En el primer día de enero se realizó el último incremento gradual a las tarifas de los combustibles líquidos, el cual se ha mantenido estable en los tres primeros meses del presente año”, expresó Diego Mesa, ministro de Minas y Energía.
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